Hoy comparecencia exprés de testigos en la sesión matinal del Tribunal Supremo. Doce testigos en dos horas para demostrar que allí donde no fue la policía española durante 1-O la jornada fue pacífica y transcurrió con normalidad. Sin violencia. Que la violencia y la falta de normalidad vino del estado español para tratar de impedir el referéndum.

Los testigos que han comparecido hoy estaban en diferentes centros de votación. En ninguno de estos puntos, sin embargo, no hubo cargas de la policía española ni de la Guardia Civil. Y en todos los centros en cuestión fueron los Mossos, el famoso binomio, pero les fue imposible cerrar el colegio por la gran cantidad de personas concentradas.

Relato prácticamente calcado entre todos los testigos, que tenían un guion aprendido del cual no se han desviado.

En ningún momento hubo violencia

"Los Mossos vinieron pero no pudieron entrar", ha dicho Isabel Castell. Y ha añadido: "El ambiente era festivo y de satisfacción". "Los Mossos lo tenían muy complicado para cerrar el colegio porque había mucha gente", ha explicado Alfonso Barceló. Y Antoni Sala ha añadido que "vinieron los Mossos, pero de manera tranquila les dijimos que no entrarían".

Maria Rosa Arboix también ha remarcado que el miedo hizo cerrar centros: "A las 17.30 h, como nos llegaban noticias de lo que pasaba en otros centros, decidimos cerrar el centro".

Joaquim Maria Palau también ha hecho énfasis en el hecho de que nadie quería impedir la acción policial si los cuerpos y fuerzas de seguridad pretendían entrar a la fuerza tal y como estaban viendo que hacían en otros lugares: "Acordamos que si venía la policía les cederíamos el paso; no queríamos que se destrozara material del colegio".

Fue un día festivo, con muchas actividades

Como todos los testigos, hoy tampoco ha quedado claro cómo llegaron las urnas a los colegios electorales ni el resto de material. Nadie vio nada: "No sé quién llevó el material electoral". Y nadie sabe nada: "Entré una urna al centro. No sé cómo llegó hasta allí".

La jornada fue festiva y el referéndum coincidía con la fiesta mayor del pueblo

Todos los testigos también han coincidido en decir que el 1-O fue un día festivo, uno de ellos Joan Torres: "El 1-O era un día festivo. Para muchos era lo más importante de nuestra vida".

También ha hablado del miedo cuando vio las cargas de la policía española: "De golpe llegó el miedo; empezamos a oír noticias sobre las actuaciones policiales".