"La policía no se dedica a golpear de manera gratuita". Así de rotundo se ha mostrado el jefe del CNP el 1-O, Sebastián Trapote.

Las defensas se han centrado en tratar de demostrar la violencia policial, y Mariano Bergés, abogado de Dolors Bassa, ha sido directo en las preguntas. Como respuesta ha obtenido el argumento que no podían entrar en los colegios porque había "una actitud violenta que intentaba por todos los medios impedir la acción policial". Y ha mantenido que "la actuación de la policía no altera el orden público y utiliza la fuerza mínima imprescindible", repitiendo lo que establece la ley.

Avui Trapote ha hablado de "cadenas humanas", y cuando ha descrito la violencia ha dicho que se sentaban en el suelo y que "les golpeaban, les tiraban al suelo y les lanzaban vallas".

"A partir del día 20 vemos que el 1 de octubre será complicado", ha explicado Trapote para justificar el desplazamiento de las unidades policiales antes de la orden concreta para ir preparándose.

Àlex Solà, abogado del equipo de Jordi Cuixart, ha sacado el informe policial en el que el jefe del operativo habla de "obstinada resistencia pasiva de los ciudadanos" y que, por este motivo, se repliegan y no actúan. Trapote ha salido adelante como ha podido.

"De todos los detalles no me puedo acordar", ha dicho quien fue jefe del CNP el 1-O sobre la intervención de la alcaldesa del Hospitalet de Llobregat.

Sobre las imágenes captadas por los policías, Trapote dice que están a disposición de los juzgados y que algunas ya se entregaron al juzgado de instrucción 7 de Barcelona.

El asedio a la CUP

Sebastián Trapote admite que durante unos días se estuvo vigilando a la CUP y que comprobaron que dentro de la sede había carteles del referéndum, y cuando ven que salen vehículos con material deciden interceptarlos.

"Como estaba estipulado en la instrucción de la fiscalía, lo ponemos en conocimiento de la fiscalía y pedimos una orden judicial para registrar la sede", ha explicado sobre el dispositivo que el 20 de septiembre se hizo sin autorización judicial y que provocó un asedio que duró prácticamente todo el día en paralelo a los registros que se estaban produciendo en la Conselleria de Economia.

Trapote ha admitido que no tenían orden judicial y que nunca llegó. Y se excusa diciendo: "En ningún momento se privó de la potestad deambulatoria de nadie de los que entraban o salían del local". Àlex Solà ha atrapado a Trapote cuando le han preguntado sobre qué tipo de publicidad incautaron.