Mireia Boya ha vuelto hoy al Tribunal Supremo. Ha hecho toda la instrucción del caso, lo tenían que juzgar también en esta sala, pero finalmente Manuel Marchena decidió dividir la causa en dos y en Boya la juzgarán con los miembros de la Mesa del Parlamento en el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya.

Boya solo ha respondido a las preguntas de la abogada de Jordi Cuixart. Ninguna acusación le ha querido dar notoriedad ni ha mostrado interés por interrogar a la expresidenta del grupo parlamentario de la CUP.

Avui Boya ha comparecido como testigo y lo ha hecho acompañada de su abogado por su condición de procesada para explicar lo que hizo el 20 de septiembre durante los registros de la Guardia Civil en la sede de Economía.

"El ambiente era festivo y la gente no nos impedía el paso. Consideré que como cargo electo que era, era importante que se me viera", ha explicado. Y ha destacado que nunca se hizo ningún llamamiento para la movilización.

Boya subió también a los coches de la Guardia Civil con Eulàlia Reguant para desconvocar la manifestación: "Consideramos que era un buen atril para dirigirnos a la gente que estaba concentrada". También ha explicado que "se discutió con Jordi Sànchez porque estaba convencidísimo de desconvocar la manifestación" y ella no lo veía oportuno.

El asedio a la CUP

Maria Boya también ha explicado cómo fue el asedio en la sede de la CUP el mismo 20-S.

"Entrar en una sede de un partido político es algo que considero gravísimo en democracia", ha afirmado. "Se estaba produciendo un atentado a los derechos de la CUP contra un partido político", ha añadido haciendo notar que la policía española no tenía orden para entrar en la sede y que nunca llegó.

También ha querido destacar cómo se marchó la policía de delante la sede de la CUP: "No entendí por qué para retirarse tuvieron que disparar salvas".

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