"Facturé la cantidad relativa a mi salario. De los gastos de manutención se encargó el líder del equipo", ha explicado Helena Catt y ha rematado diciendo que el informe que hizo sobre el 1-O lo entregó al Diplocat.

Es la segunda observadora internacional que declara en el juicio, Helena Catt de Nueva Zelanda, y que ha explicado que estuvo en Barcelona a partir del 4 de septiembre y que facturó al Diplocat y cobró por transferencia bancaria.

A preguntas de la abogada de Meritxell Borràs, Judith Gené, ha concretado que "les pagaron en octubre" y que no quedó nada pendiente. Y a pesar de la insistencia de la letrada para saber si algunos observadores cobraron entre en noviembre y en diciembre, Helena Catt ha insistido en que se cobró todo antes del 155.

"He trabajado con otros proyectos de investigación en muchos otros países", ha relatado a preguntas de la fiscal Consuelo Madrigal. También ha admitido que se reunió varias veces en relación al referéndum: "No fui al Parlament, pero sí que me reuní con cargos de la Generalitat". Catt ha dicho que no recordaba, sin embargo, quiénes eran las personas con las que se había reunido ni qué cargos tenían: "Nos presentaban siempre a estas personas como personas capacitadas para informarnos del referéndum. Nunca me dijeron cuál era el trabajo de estas personas".

Helena Catt ha expuesto que fueron sus compañeros quienes la contactaron y que llegó el día 4, la ley se aprobó el día 6 y en realidad no era su función reunirse con nadie. Pero no recuerda quién le adjudicó el papel de coordinadora: "No recuerdo si fui nombrada por John o por el Diplocat". Lo que ha dejado claro es que el Diplocat no podía meter baza y que los observadores tenían vía libre de actuaciones.

Catt ha negado a preguntas de Andreu Van den Eynde que su trabajo se tratara de una "misión de observación electoral". "En absoluto", ha dicho. "En ningún momento se nos pidió que hiciéramos una validación del resultado".