Nueva serie de guardias civiles relatando la actitud de los votantes durante el 1-O y los motivos por los cuales tuvieron que cargar.

Hoy han declarado agentes que estuvieron en los dispositivos del Callús, Sant Andreu de la Barca, Fonollosa, Sant Cebrià y Sant Iscle de Vallalta.

St Cebria de Vallalta gema|yema 3

La descripción de los hechos de los agentes se basa en insultos, en "muchísima resistencia", escupitajos y gritos como "somos gente pacífica".

Uno de los agentes ha explicado que le dieron patadas en los genitales, concretamente en el testículo izquierdo. Y otro ha relatado cómo cayó al suelo después de que los votantes le arrancaran el escudo y la defensa.

En Sant Cebrià de Vallalta no encontraron las urnas y sólo se llevaron alguno de los ordenadores donde figuraba el censo universal. La multitud concentrada no opone resistencia cuando sale la policía.

Al Callús, la irrupción de la policía es repentina, sin oposición de los manifestantes, la mayoría de los cuales estaban sentados en el suelo y para abrirse paso tiran al suelo a un hombre mayor.

Los agentes no recuerdan ni los gritos de miedo ni los llantos de pánico que ha definido el abogado Benet Salellas.

Golpes en los brazos y las piernas y un dedo roto es el balance de lesiones que han relatado los 12 agentes que han declarado.

"Acabamos empapados de sudor", ha relatado uno de los guardias civiles que intentó entrar en el colegio Sant Miquel de Castellgalí. "El repliegue fue lo peor", ha explicado después de enumerar los insultos de siempre: "Vergüenza, fascistas, hijos de puta, fuera de las fuerzas de ocupación".

Estaban perfectamente entrelazados y, además, sentados en el suelo

"Había niños pequeños que los padres llevaban a hombros e incluso había abuelos. Había uno desorientado que no sabía dónde estaba y que iba acompañado de su hijo de 40 años", ha descrito.

Había un número desproporcionado de gente grabando. Yo no lo había visto nunca. Era como si hubiera una orden para que, por hostigamiento, intentar que un guardia civil perdiera el control e inmortalizar la imagen", ha relatado.

Los agentes han relatado y descrito la resistencia pacífica: "Estaban perfectamente entrelazados y, además, sentados en el suelo". "Fuimos exquisitos, lo hicimos todo con nuestras manos", ha concluido.

Los vehículos del 20-S

Al final del día han pasado por el supremo dos de los guardias civiles que hicieron los informes sobre los desperfectos de los vehículos que estuvieron aparcados delante de la Conselleria d'Economia durante los registros del 20-S.

Los dos agentes han descrito que estaban llenos de basura, que habían cortado los asientos y se habían llevado algunos mandos del cuadro de control de dentro.