Testimonios calcados prácticamente a los de la semana pasada. Hoy han seguido declarando guardias civiles citados por la fiscalía para relatar los "escraches" a los que estuvieron sometidos.

Sant Andreu de la Barca

"Hubo empujones e insultos" al final de una manifestación, que el mismo agente, responsable de la seguridad del cuartel de Sant Andreu de la Barca, ha calificado de "hechos aislados".

La fiscalía ha hurgado sobre la convivencia entre los alumnos de Sant Andreu de la Barca y el guardia civil ha dicho que el 2 de octubre una de las niñas, "que tenía un carácter fuerte", volvió a casa "llorando como una magdalena".

Sobre las concentraciones delante del cuartel ha explicado que había un centenar de manifestantes que gritaban "votaremos, fuera las fuerzas de ocupación, Catalunya no es España", que había "esteladas e ikurriñas" y que entre los concentrados identificó al presidente de Junts per Sant Andreu de la Barca.

Se aguanta hasta lo inaguantable

De Sant Andreu de la Barca también ha declarado un teniente de la Guardia Civil que actuó en el Instituto El Palau. "Entramos en la escuela por la puerta lateral, donde requisamos tres urnas", ha dicho.

"El casco me impide tener una conversación fluida y con condiciones", se ha justificado y ha dicho que no llega con "una actitud de defensa preventiva". Y ha llegado a decir que "no hubo ningún incidente a la salida de la escuela", aunque al salir con las urnas hubo carga policial.

También ha querido dejar claro que los Mossos no los auxiliaron en ningún momento y también que no vio "ninguna barrera humana formada por personas mayores".

Según este agente, a los concentrados se les pidió "por favor" que se levantaran de delante de la puerta del instituto.

Lleida

También ha declarado un guardia civil destinado en Lleida el 1-O. Ha explicado que al día siguiente "pasaron por el lado de una pareja de Mossos que nos identificaron como 'piolines' y nos aplaudieron" y que después se añadieron otros ciudadanos.

El agente ha explicado que ni él ni sus cinco compañeros actuaron en ningún colegio y que los hechos denunciados contra los que los increparon por la calle acabaron archivados.

Detrás de este agente ha declarado otro que lo acompañaba y ha explicado exactamente lo mismo. "Allí van los piolines", ha explicado que dijeron dos mossos que los vieron por la calle y que uno de ellos les dijo que estaban "hasta los huevos de la Guardia Civil" y que "habían golpeado a sus padres, amigos y abuelos" y que eran "unos hijos de puta".

"No es una situación normal que los garantes del orden público estén alterando el orden público", ha remarcado.

También ha declarado uno de los mossos que supuestamente aplaudieron a los guardias civiles. Ha negado el aplauso, pero sí ha admitido que cuando vieron a los agentes acercándose a ellos mirándolos "fijamente", comentaron: "Estos podrían ser piolines".