Las defensas han puesto en su sitio a la secretaria judicial después de un relato de más de una hora intentando demostrar el "tumulto" y el riesgo que existía el 20 de septiembre durante el registro de la Conselleria d'Economia.

Jordi Pina ha hecho entrar en el juicio un factor clave. Si hasta ahora la máxima expresión de violencia estaba en el 20-S y en el tumulto que ha detallado tanto la secretaria judicial como los responsables policiales que han declarado hasta ahora, el abogado de Jordi Sànchez ha hecho notar, y así lo ha admitido Montserrat del Toro, que el juez de instrucción del 13 ya apuntaba la rebelión antes de los hechos, queriendo demostrar así la construcción del relato para una condena ejemplar de entre 17 y 25 años de prisión.

A preguntas de Andreu Van den Eynde, también ha admitido que no sabía que el TSJC había desestimado investigar estos delitos.

Fui un auténtico fantasma

Montserrat del Toro ha querido hacer notar que nadie se puso en contacto con ella mientras estuvo en la Conselleria d'Economia. Ni Oriol Junqueras cuando fue al departamento por la tarde, ni los abogados que se personaron, ni los Mossos d'Esquadra y lo ha querido ilustrar también dramáticamente: "Fui un auténtico fantasma. Nadie se puso en contacto conmigo".

Las irregularidades de los registros

Durante el 20 de septiembre en la Conselleria d'Economia se registraron despachos no autorizados por el juez.

Lo ha acabado admitiendo la secretaria judicial del juzgado de instrucción 13, Montserrat del Toro, durante el interrogatorio de las defensas. La abogada de Jordi Cuixart, Marina Roig, ha pedido explicaciones de por qué se hicieron los registros y por qué no se hicieron constar en el acta, queriendo destacar que "la comitiva judicial se extralimitó durante el registro".

"El magistrado me autorizó, por teléfono, a entrar en los despachos de procesos electorales. No lo puse en el acta", ha dicho.

La contradicción de Forcadell

"En la voz femenina que oí por la tarde me pareció reconocer la de la señora Forcadell, yo no la vi", ha rectificado durante el interrogatorio después de asegurar que oyó a Forcadell hablando por el megáfono.

Olga Arderiu, abogada de Carme Forcadell, le ha preguntado dónde estaba cuando oyó la voz de Forcadell. Y ha tenido que hacer mucha memoria para decir que estaban en el despacho de Josep Maria Jové.

También le han preguntado si la ventana estaba abierta o cerrada. Y ha dicho que cerradas.

Arderiu le ha pedido por qué no dijo durante la instrucción que oyó la voz de Forcadell y ha relatado que tuvo "estrés, ansiedad y miedo", y porque continuó mucho "dolida" y "pagué la tensión y el miedo a que había pasado en días posteriores", ha dicho.

Y ha acabado diciendo que la percepción de dentro y fuera era diferente.

Montserrat del Toro ha detallado que pidió el cordón policial para proteger el edificio porque antes de las 9 de la mañana había "50 personas en la acera".

El señor Sànchez me ha dicho...

Montserrat del Toro ha tratado de implicar en su relato a Jordi Sànchez y Jordi Cuixart.

Sobre Sànchez ha dicho que el Guardia Civil responsable de la comisión judicial hablaba directamente con él y le transmitía los mensajes a ella. Y lo ha concretado diciendo que siempre se refería a las instrucciones diciendo: "El señor Sànchez me ha dicho...".

A preguntas también de la abogada Marina Roig, la letrada ha dicho que no conocía a Jordi Cuixart, aunque "lo pudo identificar después" cuando la Guardia Civil le dijo que estaban reunidos con Sànchez y Cuixart.

"Recuerdo ver salir al señor Sànchez y el señor Cuixart, uno tras el otro", ha expuesto.

"Soy una persona de poca altura y era imposible dar un salto de un metro y un mosso se puso de rodillas y me dijo que utilizara su rodilla para subir", ha dicho relatando la salida por el terrado antes de entrar al teatro Coliseum.

Ha incidido mucho que las escaleras a los camerinos, "eran muy estrechas" y el camerino donde se esperó "muy pequeño. Me llamó mucho la atención".