El juicio del procés ha dejado atrás el episodio de los registros previos al referéndum y ha penetrado de lleno en el 1-O. Agentes de la Guardia Civil y del CNP han explicado este martes en el tribunal la jornada de la votación, las concentraciones ante los colegios, la entrada en las sedes electorales... la persecución de las urnas. No han olvidado tampoco subrayar la presencia de binomios de Mossos ante los diferentes puntos de votación sin intervenir.

No sólo eso. El agente 70.385 del CNP ha explicado que después de abandonar la Escuela Mediterráneo de Ciutat Vella un Mosso se le acercó a recriminar su actuación. "Me dijeron que qué estábamos haciendo, que si estábamos locos, que nos calmásemos", ha relatar el agente. "Me quedé perplejo, no entendía el porqué", ha añadido recordando que él obedecía órdenes. El agente ha relatado cómo apartó al Mosso y siguió con su recorrido hacia las siguientes colegios donde intervino, la Pau Claris i Escoles Pies.

Esta tarde de martes, la jornada 28 del juicio, en la sala de plenos del Supremo prácticamente no había público para escuchar el relato de los agentes que han hablado de insultos, de alguna agresión con casco, de empujones, de golpes de paraguas después de una mañana con chubascos y de insultos. Muchos insultos. No se ha escuchado el discurso de las caras de odio, aunque ha aparecido alguna "lluvia de conos" y "un tio en posición de boxeo", además de ofensivas con vallas. Los agentes tampoco han reconocido algunas de las escenas que se hicieron virales aquel día como la que se produjo en la escalera de l'IES Pau Claris, pero sí vieron gente con los brazos alzados y emplazando a evitar la violencia.

Los policías han hecho un relato de colegios esencialmente de Barcelona, con centenares de personas en la puerta, que llegan a situarse entre 500 y 600 en el caso de l'IES Ramon Llull. El fiscal ha mantenido el protagonismo de los interrogatorios aunque muchos de los testigos habían sido citados también por la abogada del Estado. Las defensas ya casi ni se molestan en recordar que hay imágenes de las escenas a que ser refieren los agentes

"La gente se quedaba en las puertas. Normalmente la gente vota y se va. Aquí la gente se quedaba en las puertas", ha explicado el CNP 96.031 todavía con voz de perplejidad. Este policía ha reconocido que no pudieron entrar en ningún colegio porque no disponían de las unidades de intervención requeridas, para garantizar la entrada la entrada y la salida.

Los Mossos han seguido protagonizando una parte del relato. El agente 105.992 ha explicado que vio a un Mosso que intentó romper el cordón policial que habían formado en el Instituto Pau Claris y que vio al mismo Mosso haciendo lo mismo en l'IES Mediterri. También ha relatado los aplaudisos que recibían los Mossos que, en algunos casos se habrían encargado de retirar las urnas.

Joaquim Forn es el que escucha con más atención, el resto de acusados escriben y leen; Jordi Cuixart, solo en su banco y una nueva imagen con gafas, comenta la jugada a menudo con Carles Mundó sentado detrás suyo o con Jordi Turull delante.

Las declaraciones han explicado como la gente -que en algún momento de esta tarde ha dejado de ser masa y ha recuperado la condición de ciudadanos- entrelazaban los brazos para impedir el paso a la policía; que cuando se rompía este cordón y conseguían llegar a la puerta empujaban desde dentro de las escuelas para impedirles entrar; y como presionaban para romper los pasillos que formaba las brigadas de intervención para acceder a los colegios.

Y al final el objetivo. Las urnas, como la requisada por el agente 81.704 en el IES Jaume Balmes. De plástico y con el logo de la Generalitat. Y de nuevo y los insultos, reproches y carrerillas para salir.