La calle Diputació de Barcelona, justo delante la sede de Òmnium, se ha llenado este martes por la mañana de centenares de personas que se han acercado hasta aquí para apoyar al presidente de la entidad, Jordi Cuixart, durante su declaración en el Tribunal Supremo en el juicio en el procés. A pesar de ser día laborable, unas 300 o 400 personas han seguido las palabras de Cuixart ante el tribunal a través de la pantalla gigante que la entidad ha colocado.

Después de 500 días de silencio impuesto, a causa del encarcelamiento provisional al que se ve sometido desde octubre de 2017, la voz de Jordi Cuixart ha vuelto a sonar. Ha sido una voz enérgica, con una gran dosis de ironía y con mucha contundencia, que ha arrancado sonrisas y fuertes aplausos entre el público asistente.

Entre los momentos más aplaudidos, destacan cuando Cuixart ha defendido que era un "preso político", cuando ha afirmado que su prioridad no era salir de la prisión o cuando ha realizado una comparación con la situación que se vive en Turquía. Las risas se las ha llevado el tono coloquial empleado por el presidente de Òmnium —que ha afirmado varias veces "hostia" y alguna "joder, tío", que han recibido el aviso del Tribunal—, o también cuando le ha reprochado al fiscal que no le haya preguntado si era socio de Òmnium.

Y es que la pregunta de si es socio de Òmnium Cultural la han tenido que responder la mayoría de los acusados, una actitud que ha sido tachada de intento de criminalización de una entidad cultural con más de 60 años de historia y más de 140.000 socios, que ha llevado a iniciar una campaña de apoyos.

Fuerte indignación con el fiscal

La aclamación en Cuixart ha sido, como era previsible, inversamente proporcional a las críticas y al rechazo que ha recibido al fiscal. El público se ha indignado en varias ocasiones por las preguntas y acusaciones del Fiscal, vacías de pruebas y con claros intentos de manipular hechos y palabras de los acusados. El fiscal ha llegado a preguntar a Cuixart si estaba orgulloso de lo que había pasado el 20-S y le ha reprochado que felicitara a la gente por su actitud en un día en "que habían pasado muchas cosas".

En la fila cero, se han podido ver representantes de los principales partidos políticos independentistas. Han pasado por allí los diputados de JxCat a Eduard Pujol, Aurora Maduala, Francesc de Dalmases, Francesc Riera, Anna Tarrès y Anna Geli; también el candidato de ERC en el Ayuntamiento de Barcelona, Ernest Maragall, así como los exdiputados de la CUP Mireia Boya y David Fernández o el secretario general de la UGT, Camil Ros.