La fiscalía ha presentado 100 vídeos como prueba del delito de rebelión. Básicamente son los discursos de Jordi Sànchez, Jordi Cuixart y Carme Forcadell y las cargas policías del 1-O que intentan demostrar que la policía se tuvo que defender ante la resistencia pacífica de los manifestantes que iban a votar.

Entre los vídeos hay uno que la defensa de Jordi Cuixart impugnó. Un montaje donde se mezclan imágenes del dispositivo policial delante de la conselleria de economía y de lo que había en las puertas de la sede de la CUP el 20-S. Pues hoy el ministerio público lo ha intentado colar. Marina Roig ha saltado en el instante para hacer notar que este vídeo estaba impugnado. I Manuel Marchena en vez de hacerlo retirar ha dicho que se tuviera en cuenta en el informe final, pero lo ha dejado pasar.

 

La otra vídeo que se ha colado es el del discurso de Carme Forcadell delante del TSJC la tarde del 21-S para manifestar el rechazo a los cacheos y las detenciones de los altos cargos el día antes.

El vídeo ya se visionó durante la declaración de Forcadell al principio del juicio.

 

Los vídeos se han ido poniendo sin ton ni son. Agrupados en diferentes soportes informáticos, no han seguido ningún orden. Ni por fechas ni por hechos, ni por actuaciones policiales o discursos políticos. En ninguno de ellos se ha visto un alzamiento violento armado, que es lo que pide el código penal para que haya delito de rebelión.

Vídeos con manifestantes sentados en el suelo, regalando claveles, mossos intentando negociar con los votantes y policias españoles cargando contra la multitud. En ninguno de ellos se ve ni ningúna patada en los testículos de los policías, ni las caras de rabia que relataron los agentes cuándo comparecieron como testigos.