Los equipos de defensa de los procesados en el juicio al procés han presentado al Tribunal Supremo un escrito para denunciar los impedimentos que el magistrado Manuel Marchena pone a los abogados a la hora de reproducir material audiovisual en la sala.

Consideran que la manera como se está conduciendo la vista y controlando las intervenciones con respecto a la práctica de la prueba están limitando el debate contradictorio y perjudican, en consecuencia, sus clientes.

En la queja formal, denuncian que tan sólo pueda constar en acta una "protesta" sin posibilidad de argumentarla, consideran los abogados, puede acabar conculcando derechos fundamentales. Un agravio que, de hecho se arrastra, desde la fase de instrucción, cuando en más de una ocasión fue necesario presentar alegaciones por escrito ante la imposibilidad de defenderlas durante la discusión oral.

 

La semana que viene, durante la comparecencia de algunos agentes de la Guardia Civil, será indispensable mostrar documentos audiovisuales cuando los hechos narrados para|por los testigos policiales se contradigan con las imágenes. El objetivo de la exhibición de vídeos es siempre, recuerdan las defensas, aclarar los hechos y descubrir la verdad.

Los abogados se amparan en el derecho fundamental a la defensa reconocido por la Constitución Española -que fija que todos los ciudadanos tienen derecho a utilizar los medios de prueba que considere pertinentes para su defensa-, así como en los derechos de los acusados fijados al Convenio Europeo de los Derechos Humanos.

No hay igualdad de trato

Los equipos de defensa denuncian que no hay igualdad de trato con las acusaciones con respecto a las restricciones impuestas en los interrogatorios, y recuerdan que un procedimiento penal protege especialmente los derechos del procesados y, más concretamente, su derecho "sagrado" a la presunción de inocencia. En este sentido, reclaman que las preguntas que las defensas puedan hacer a todos los testigos sean aceptadas si pueden influir en la sentencia del tribunal.

Un agravio añadido, por ejemplo, es que el juicio se ha construido en base a centenares de testigos que no han declarado antes en el procés, muchos de los cuales en otros procedimientos de los cuales los procesados ni siquiera son parte. Ante la posibilidad de que pueda aflorar información que hasta ahora no ha formado parte de la causa, las defensas reclaman el derecho a poder hacer interrogatorios amplios y adaptados a lo que puedan aportar estos testigos.