El fiscal Jaime Moreno ha intervenido en segundo lugar para completar el informe final del ministerio público. Moreno se ha centrado en demostrar la violencia.

"El derecho de voto, como cualquier otro, tiene límites", ha expuesto Moreno, y ha puesto como ejemplo la condena a Artur Mas, Joana Ortega y Irene Rigau por el 9-N. "La democracia no es posible sin un respeto escrupuloso a la norma, sin un respeto escrupuloso a la ley", ha sentenciado.

"Mediante un golpe a la legalidad constitucional se sirvieron de la violencia para impedir la actuación de quien se les oponía para culminar un procés de independencia", ha dicho tajante.

"¿Hubo violencia? Se destrozaron los coches el 20-S, salen a pedradas de Sant Carles de la Ràpita... hubo intimidación porque la presencia en cada centro de votación de un número de personas llamadas por los acusados... Una clara muestra que no se permitirá el cumplimiento de la norma", ha expuesto Moreno, de manera bastante desordenada y con un relato rebuscado.

"Hubo violencia física porque hay 93 agentes lesionados. Sus testigos se han escuchado, en un acto que fue tedioso, pero tenían que venir aquí y explicar cómo les produjeron las lesiones. Nos han explicado patadas en testículos, en la cabeza... Hay una idea clave que hay que desmontar de las defensas, como si la violencia solo tuviera relación con una parte de los heridos. Pues no es así", ha insistido Moreno.

"No es cierto que votar no sea delito"

"Es necesario que se contexualize qué violencia era necesaria, porque nos encontramos con unos sujetos que ostentan el poder en una comunidad autónoma, un nivel de autonomía enorme: la policía, capacidad de gasto, de legislar... por lo tanto centros de poder", y ha expuesto que no tenían que asaltar las Cortes, que solo tenía que cortar el vínculo entre el estado y la comunidad autónoma.

"Las reuniones entre el 26 y 28 de septiembre son claves"

"El 1-O se celebró a pesar de los 7.000 agentes enviados porque hubo una resistencia activa y física", ha afirmado Moreno llegando a la conclusión que el referéndum "no era un acto pacífico". Y lo justifica con los mensajes que se enviaban desde el Govern y las asociaciones: "Lo que decían los acusados eran terminologías claras de exaltación".

Entre los ejemplos que ha puesto Moreno para justificar la violencia hay que "Catalunya se convirtió en un polvorín y había un clima de insurrección", que "los acusados no hicieron ningún llamamiento para detenerlo" y que "se intimidó y amenazó la Guardia Civil en sus casas y en los hoteles".

"Todos eran conscientes que seguro que habría enfrentamientos"

Para justificar a todos los procesados Moreno ha ido puntualizando algunos casos: "Cuixart desautorizó a la policía y los Mossos actuaban bajo las órdenes del Govern". "Una vez más pusieron la voluntad del pueblo por encima de la ley", ha afirmado Moreno, que ha cargado duramente contra Jordi Sànchez por los hechos del 20-S. Ha reproducido parte de su intervención dando órdenes a la policía y organizando la manifestación de delante de la Conselleria de Economía.

"La violencia fue instrumentalizada", ha expuesto Moreno durante un relato desordenado.