Jordi Cuixart contundente, firme y parando los pies al fiscal, Javier Moreno, que lo corta siempre en medio de las preguntas. Así ha declarado en el juicio al procés el presidente de Òmnium Cultural, provocando las sonrisas del público durante la comparecencia.

Pero Cuixart ha sorprendido a medio interrogatorio del fiscal negando su declaración del 11 de enero durante la instrucción ante el juez Pablo Llarena y mostrando una firme voluntad que su encarcelamiento debe servir para resolver el conflicto entre Catalunya y España: "Mi prioridad no es salir de la cárcel. Mi declaración ante el juez instructor estaba condicionada por un choque emocional. Ahora mi prioridad es la resolución del conflicto político". Cuixart ha negado, también, rotundamente la violencia.

Mi prioridad no es salir de la cárcel. Mi declaración ante el juez instructor estaba condicionada por un choque emocional. Ahora mi prioridad es la resolución del conflicto político

"Yo soy un preso político, no soy un político preso", ha afirmado Cuixart durante el interrogatorio para aclarar que no participa del día a día político ni tiene conocimiento de las leyes, desmarcándose de los órganos políticos. "Yo no puedo hablar de las cosas en las que no he participado", ha añadido.

"La obsesión siempre ha sido intentar generar el llegar a consensos. No tenemos hoja de ruta propia. En la reunión del 7 de enero nos ofrecimos a hacer de mediadores, no de relatores, de intentar poner de acuerdo a la CUP con otros partidos, y no fue muy aceptada la propuesta, porque solo se realizó esta reunión. Y todo el mundo sabe cómo acabó. Que el president Mas renunció y se invistió a Carles Puigdemont. Lo hicimos de buena voluntad y con el buen hacer que tiene la entidad", ha expuesto Cuixart. El president de Òmnium ha admitido que "presionaron" a los partidos y que no tienen ningún problema en volverlo a hacer.

"Me gustaría creer que esta sala no cuestiona la movilización popular permanente", ha añadido.

"Òmnium sempre ejercerá los derechos fundamentales"

El fiscal Jaime Moreno ha querido poner contra las cuerdas a Cuixart sobre la legalidad del referéndum, por lo que el presidente de Òmnium ha lanzado el discurso sobre la defensa de los derechos fundamentales por encima de la prohibición del Tribunal Constitucional: "Más que las legalidades o ilegalidades por las que nosotros no hemos sido nunca requeridos, es que ante la suspensión del TC o el ejercicio de derechos fundamentales, que nadie tenga duda, Òmnium siempre ejercerá los derechos fundamentales y lo haremos como lo hemos hecho siempre, de una manera cívica, festiva, y que esto no le quita coraje ni dignidad. Nunca, nunca, nunca renunciaremos al ejercicio de derechos fundamentales, entre ellos el derecho a la autodeterminación. El derecho en Catalunya se gana votando".

Nunca, nunca, nunca renunciaremos al ejercicio de derechos fundamentales entre ellos el derecho a la autodeterminación. El derecho en Catalunya se gana votando

El 20-S

La convocatoria del 20-S, según Cuixart, fue "espontánea" a primera hora de la mañana. "Cuando yo llegué, al ver que se estaba congregando una cantidad importante de gente, asumimos plenamente la convocatoria para garantizar precisamente que la primera vez que vemos una actitud que rompía con el guion original de la voluntad del pueblo de Catalunya de realizar un referéndum de autodeterminación".

Cuixart ha dado una lección de historia y de derechos contextualizando el 20 de septiembre, el momento que se estaba viviendo, con la intervención de las cuentas y la amenaza contra el referéndum: "El 20-S se produce en Catalunya un punto de inflexión. Hay 27 detenciones, más de 40 entradas y registros. Aquel mismo día hay 750 alcaldes investigados por la fiscalía. Aquel mismo día hay 30 alcaldes que van a declarar. Aquel mismo día la sede de la CUP ve cómo 8 furgonetas de la policía española están intentando realizar un registro que no tiene orden judicial. Si no somos capaces de ubicar el 20 de septiembre, lo que representó para la sociedad catalana, el concepto del autogobierno, la instauración de la Generalitat con el president Tarradellas es anterior a la Constitución" 

Y el malestar se dejó notar "sin violencia pero con determinación". 

Cuixart ha encarrilado un discurso apasionado y lúcido sobre su papel y el de Jordi Sànchez: "Jordi Sànchez y yo éramos dos perfectos desconocidos para la sociedad española. Éramos dos personajes más. No hay ni un solo tuit ni una sola mención de ningún político catalán ni español. Pasaban de nosotros porque éramos dos perfectos desconocidos. No pintábamos nada. Cuando ustedes nos pusieron en prisión suben las búsquedas en Google y somos referentes para la sociedad española".

Jordi Cuixart ha destacado que la comisión judicial pudo trabajar con normalidad durante el registro y ha negado que no tuvieran libertad de movimientos: "No es cierto. Se creó un pasillo y salió mucha gente".

Los siete coches

"Cuando llegué por la mañana ya vi corresponsales que estaban sobre los coches de la Guardia Civil, pensé que era una actitud poco habitual de los medios. Ya se veía que no era una convocatoria de las que nos gustan a nosotros", ha explicado sobre los vehiculos policiales. 

"Yo no soy consciente de los coches dañados hasta que se vacía la zona", ha afirmado. "Pero era meramente anecdótico. Que se rompa algo me molesta. Sea o no sea mía. El que ya vi a las doce de la noche eran unos coches dañados y lo lamenté. ¿Pero nadie se pregunta nada sobre 750 alcaldes imputados? Todo esto quedó tapado por los coches dañados", ha expuesto.

"Cuando registraron la sede de Òmnium, cortan la calle y se quedan tan anchos. No dejan coches con armas dentro", ha espetado Cuixart al fiscal cuando era interpelado sobre si el pasillo era seguro o no. "Reconozco que es aparatoso, pero es que también era aparatoso para la gente que no pudo ir a trabajar el 20-S porque se estaba manifestando por su seguridad. Pero no cuestionaría la buena voluntad de los que hicieron el pasillo".

"Dijimos que a las doce se acababa y a las doce se acabó la convocatoria", ha explicado Cuixart para exponer la rigurosidad que tenían en las manifestaciones y cómo tuvieron que desconvocar sobre uno de los coches.

La no violencia

Los intentos de la fiscalia por demostrar la violencia y el riesgo que había y al que se enfrentaba la comisión judicial ha llevado al ministerio público a tener como único argumento los bocadillos de la comida.

"No había ajetreo, había una fiesta por donde pasaron más de 20 grupos de música. No ha había clima de crispación, sí de descontento", ha expuesto Cuixart, que ha añadido que "yo mismo soy insumiso, y como yo las actitudes antimilitaristas y no violentas en Catalunya tienen mucho apoyo". 

"Quizás no gusta pero la sociedad catalana es una sociedad pacífica", ha concluido.

Quizás no gusta pero la sociedad catalana es una sociedad pacífica

Jordi Cuixart ha expuesto que "lo que pasó es lo que volvería a pasar a excepción de los vehículos, porque la sociedad catalana por mucho que empeore la situación actuarían del mismo modo. Estoy convencido que nunca, nunca, nunca, la violencia es un instrumento para comunicarnos con el Estado".

"Cuando el dictador estaba vivo, nos defendíamos como por ahora, ejerciendo nuestros derechos", ha concluido.

Crida a la democràcia

Cuixart ha tenido que explicar qué es Crida per la Democràcia y cómo funciona el canal de Whatsapp y Telegram. "Es un instrumento muy poco genuino y muy poco original. Es muy utilizado por muchas asociaciones". 

"Òmnium es el responsable de Crida per la Democràcia", ha admitido sin problemas Cuixart.

Fiscal: "¿Sabe quién registró el dominio?" 

Cuixart: "¡Hostia, no! Segurísimo que fue Òmnium, ¿no?"

La declaración se llena de momentos en los que el fiscal intenta poner contra las cuerdas a Cuixart con temas banales, y él va saltando con ironía y naturalidad todas las preguntas de Jaime Moreno, que también ha sido alertado por Marchena por no definir bien las preguntas.

Cuixart y las longanizas

"Cuando hablamos de 'tsunami democrático' lo pedimos para todo el Estado", ha explicado Jordi Cuixart cuando le han enseñado un correo con Marcel Mauri y Oleguer Serra donde se planteaba una campaña de acción.

"Estamos hablando de democracia y de la defensa de los derechos democráticos", ha argumentado Cuixart para explicar el dinero destinado, no al referéndum, sino a la campaña del 12 de octubre que se organtizó posteriormente al referéndum y en la que se realizaron botifarrades.

"Era una campaña muy potente de sensibilización, no puse el nombre que tenía, que era campaña de sensibilización, y la llamé longanizas", ha concretado Cuixart ante la curiosidad de la fiscalía por haber gastado 500.000 euros en botifarrades.

"Pedimos más democracia para Catalunya y para el conjunto del estado español", ha explicado Cuixart hablando de la ley mordaza a la que ha saltado apasionadamente durante su relato, que Manuel Marchena ha cortado por lo sano.

Enfocats

"Este documento no lo he visto nunca, y no es un documento de referencia. Aparece en el registro en casa Josep Maria Jové, que no está en esta causa", ha afirmado contundente Cuixart para cortar a la fiscalía en su insistencia al dar al documento Enfocats un papel clave en la DUI.

Cuixart tampoco ha visto nunca "la agenda Moleskine". Lo ha dejado muy claro.

La pregunta del millón

"¿Cuántos socios tiene Òmnium Cultural?". Así ha empezado el fiscal Javier Moreno el interrogatorio a Cuixart, que ha seguido buscando los orígenes de Òmnium Cultural, en el que su presidente ha explicado cómo se visionó que la lengua catalana podía ser una herramienta de cohesión social.

"Es una entidad que con estos 58 años de historia tiene una hoja de servicios muy reconocida", ha destacado Cuixart mientras ha ido desgranando los premios que otorga la entidad.

Cuixart ha tenido que explicar que Òmnium es una entidad eminentemente independentista y que siempre ha defendido el derecho a decidir sobre todo tras la sentencia del Estatut. "Fue un punto de inflexión en el conjunto de la sociedad catalana", ha afirmado. "Estoy seguro de que aquí no se está juzgando mi sentimiento republicano", ha lanzado Cuixart justo antes de que el fiscal le preguntara si Òmnium movilizó a la población en favor de la independencia. 

"Interpelamos a las partes. La hoja de ruta es una declaración de intenciones, no es un plan estratégico. Es intentar aglutinar las principales fuerzas políticas soberanistas y convertir las elecciones del 27-S en unas elecciones plebiscitarias. No tiene más recorrido. No hay estrategia a seguir. No hay calendario".