Estaba previsto que hubiera sesiones del juicio de Bárcenas del lunes al jueves en la Audiencia Nacional. Finalmente, sin embargo, hoy ha sido el último día de esta semana. El tribunal que preside la vista oral ha aceptado aplazarlo, como había pedido la defensa de Cristóbal Páez, exgerente del PP que se encuentra confinado por haber dado positivo en coronavirus. Todo esto ha impedido la declaración del principal acusado, el extesorero Luis Bárcenas, en plena campaña electoral catalana. Una circunstancia que, después de los daños ya sufridos, los populares querían evitar, a toda costa.

Lo pidió, en las cuestiones previas, la defensa del mismo Cristóbal Páez, que ayer y hoy ha estado presente desde casa a través de videoconferencia. La mayoría de partes ha estado de acuerdo en este breve aplazamiento. El tribunal ha aceptado este aplazamiento, hasta el martes de la semana que viene. Si el lunes que viene Páez todavía se encuentra mal, se volverá a aplazar.

Por su parte, la defensa de Bárcenas pidió un eventual careo entre el acusado y el testigo Mariano Rajoy, en caso de que ofrezcan versiones contradictorias durante la vista oral. La fiscalía ha argumentado que "es prematuro aventurar un careo entre uno de los acusados y un testigo cuando todavía no conocemos si existen contradicciones". Por lo tanto, el ministerio público no puede valorar la conveniencia del cara a cara entre Rajoy y Bárcenas.

La fiscalía no ve novedades "sustanciales"

En su escrito a la Fiscalía Anticorrupción la semana pasada, Bárcenas relataba cómo el partido conservador se financió ilegalmente durante casi tres décadas, entre los años 1982 y 2009. Lo hacía a través de donaciones de empresas –que sobrepasaban los límites legales de la ley de partidos– y algunas de estas tenían contraprestaciones a cambio de suculentos contratos públicos. Y señalaba directamente al expresidente Mariano Rajoy, que lo sabía todo.

En un comunicado difundido este mismo lunes, la Fiscalía ha negado ningún pacto con Luis Bárcenas para influir en las elecciones del 14-F, una teoría de la conspiración que hoy ha denunciado Pablo Casado. "Anticorrupción no se ha dirigido en ningún momento a Luis Bárcenas en busca de colaboración", ha asegurado el ministerio público. Por otra parte, en el mismo documento, la Fiscalía rebaja la confesión por escrito de Bárcenas, porque "aporta escasas novedades" y ninguna de ellas es "substanctial" respecto al objeto de acusación en este juicio.

¿Qué se juzga?

El objeto de esta pieza es el pago de la reforma de una parte de la sede del Partido Popular, en la calle Génova 13 de Madrid, con 900.000 euros de dinero negro procedente de la caja B del partido, donde entraba dinero irregular de grandes empresas y también salían sobresueldos a los principales cargos del partido. Una contabilidad paralela que se prolongó, como mínimo, dos décadas. El juicio también busca aclarar si el PP cometió delito fiscal al no declarar las donaciones presuntamente ilegales de empresarios y si Luis Bárcenas, entonces tesorero de la formación, se quedó con una parte de ese dinero. Está previsto que el juicio se alargue hasta el mes de mayo.

¿Quién está acusado?

Luis Bárcenas es el principal acusado. Ya cumpliendo una condena de 29 años de prisión por la primera época de la Gürtel, ahora se enfrenta a cinco años más por los delitos de apropiación indebida, contra la Hacienda Pública y falsedad documental. Lo acompañarán en el banquillo de los acusados el exgerente del PP Cristóbal Páez y tres responsables de la constructora que llevó a cabo las obras de Génova. Pero el PP como organización se enfrenta a una nueva condena como responsable civil subsidiario de los delitos investigados. En cambio, no se sentarán en el banquillo de los acusados, pero sí en el de los testigos, personas clave como los expresidentes José María Aznar y Mariano Rajoy; los exsecretarios generales María Dolores de Cospedal, Javier Arenas, Francisco Álvarez Cascos y Ángel Acebes, o el expresidente del Senado Pío García Escudero, entre otros. No están acusados, pero Bárcenas apuntará previsiblemente contra ellos.