La magistrada que investiga a tres agentes de los Mossos por haber ayudado al president en el exilio, Carles Puigdemont, en su visita relámpago a Barcelona el 8 de agosto de 2024, ha ordenado la “recogida o intervención forzosa” de sus móviles para que la policía investigue si hablaron con él. La titular del juzgado de instrucción 24 de Barcelona cumple así la medida ordenada por la Audiencia de Barcelona, que ella inicialmente rechazó, a petición de la acusación popular de la entidad ultra Hazte Oír.

En la resolución, a la que ha tenido acceso ElNacional.cat, la magistrada Maria Antònia Coscollola limita el examen de los mensajes y llamadas en el período comprendido entre las 00:00 horas del día 8 de julio de 2024 y las 23:59:59 horas del día 9 de agosto de 2024.  Es decir, un mes antes de su vuelta hasta el día siguiente a su marcha hacia Waterloo, sin poder asumir su acta de diputado por Junts. 

Requerimiento a las compañías

Además de requerir los móviles, también hace requerimientos "a las respectivas compañías de telefonía móvil" para que indiquen las líneas que estaban activas en  los móviles de los investigados, según le han solicitado los Mossos d'Esquadra, que actúan como policía judicial.

Una vez tengan los móviles y la información de las compañías, los Mossos han de hacer un informe, en el cual han de "concretar los flujos de comunicación vía llamada, SMS o mensajes de aplicaciones de mensajería instantánea u otros sistemas de comunicación oral, escrita o telemática que resulten instalados, a los únicos efectos de constatar las comunicaciones entre los investigados y/o algún número vinculado al Sr. Carles Pugidemont", ordena la magistrada.

Sin delito

La defensa de los tres agentes, ejercida por Gonzalo Boye e Isabel Elbal, reiteran que no cometieron ningún delito. Los agentes Jordi Rodrigo, Xavier Manso y David Goicoechea son investigados por el delito de omisión del deber de perseguir delito porque Puigdemont tiene la orden de detención en España en vigor por la causa del 1-O porque el Supremo se niega a aplicarle la ley de amnistía.

Puigdemont hizo una corta intervención en el Arc de Triomf, organizado por la ANC, pero, al final, no quiso ser detenido por la policía catalana, que ocupó el parque de la Ciutadella para detenerlo  y llevarlo a Madrid cuando fuera a acceder en el Parlament, como dijo que haría. Los engañó y se fue en un coche blanco acompañado de Jordi Turull para hacerle de abogado en caso de ser detenido.

En la causa contra los tres agentes, han declarado como testigos los mandos de los Mossos que planificaron la detención de Puigdemont. El comisario Eduard Sallent, entonces el máximo responsable de los Mossos, admitió ante la jueza el fracaso de su dispositivo policial, y que no investigaron días antes, tal como se recoge en su informe que le requirió el juez del Supremo Pablo Llarena.