Tiene tics homófobos, discrepa con la Ley de memoria histórica y es profundamente combativo con el independentismo. Así es Enrique López, uno de los tres jueces de la Audiencia Nacional que han condenado a tres años y medio de cárcel al rapero Valtonyc. 

La última salida de tono del magistrado, de perfil conservador, ha ido dirigida al independentismo. En una columna en La Razón, el magistrado expresa todo su rechazo a las formaciones independentistas y critica que no se puedan ilegalizar. López lamenta que haya habido un cambio legal que permita que haya partidos independentistas activos, que puedan actuar dentro del marco legal. 

"Antes de 1995 se concebía una asociación como ilegal cuando, entre otros fines, persiguieren ‘la destrucción del orden jurídico, político, social o económico, o el ataque, por cualquier medio, a la soberanía, a la unidad o independencia de la patria, a la integridad de su territorio o a la seguridad nacional’, hoy ya no”, expone en su escrito.

Las otras polémicas

No es la primera vez que López protagoniza controvertidas columnas de opinión. En 2005 comparó el matrimonio homosexual con la zoofilia o la poligamia: "Llamar matrimonio a la unión de personas del mismo sexo es un cambio radical", exponía, para luego decir que sería parecido a la unión "de más de dos personas" o "de un hombre y un animal".

Dos años más tarde expuso sus dudas respecto la ley de memoria histórica, aprobada por el Gobierno Zapatero y en 2008, con la liberación de De Juana Chaos, aseguró que lo mejor sería implementar la cadena perpetua.

López ha participado activamente en la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES), el conocido lobby del expresidente del Gobierno, José María Aznar. Es pues un perfil cercano al PP: fue propuesto por este partido para ser vocal del Consejo General del Poder Judicial. Sus relaciones con los populares le han permitido obtener hasta tres ascensos, unos de los cuales le llevó a ser magistrado del TC.