El juez de la Audiencia Nacional que investiga el espionaje con Pegasus en miembros del Gobierno, José Luis Calama, ha aceptado que el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, declare como testigo por escrito. Bolaños estaba citado para declarar presencialmente como testigo el martes 5 de julio a las 9 horas, pero finalmente no tendrá que acudir. Sin embargo, Calama sugiere que Bolaños testifique a través de videoconferencia "para asegurar el buen fin" de la investigación, así como su "tramitación en términos de agilidad y utilidad, con una interacción visual, auditiva y verbal con el testimonio y en unidad de acto".

El juez ofrece que declare telemáticamente e insta Bolaños a indicar "las fechas y horas en las cuales pudiera procederse en tal forma, sin alteración de las funciones inherentes a su cargo." En caso de que Bolaños opte por esta posibilidad, tendrá que ponerlo en conocimiento del Juzgado en el plazo de tres días a contar de la notificación de esta resolución. El auto recuerda que, según establece la ley de enjuiciamiento criminal, el presidente y el resto de miembros del Gobierno "están exentos de contribuir al llamamiento del juez, pero no de declarar, pudiendo informar por escrito sobre los hechos de los cuales tengan conocimiento en razón de su cargo."

Reunión con Vilagrà

Félix Bolaños indicó este miércoles después del encuentro con la consellera Laura Vilagrà, que había conseguido un acuerdo con la Generalitat para crear una metodología para el funcionamiento de la mesa de diálogo. Asimismo, señalaba que el objetivo es que se produzca una reunión entre el presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez y el del gobierno catalán, Pere Aragonès, si bien todavía tienen que fijar la fecha. Bolaños también ha admitido que en el encuentro con la consellera catalana se ha puesto de manifiesto las discrepancias entre las dos administraciones con respecto al espionaje a independentistas con el programa Pegasus. Bolaños no hizo mención expresamente del CatalanGate y se ha referido al asunto como "las informaciones aparecidas en The New Yorker" e indicó que había explicado a Vilagrà todas las acciones que ha adoptado el Gobierno: el control interno del CNI, la información que le han facilitado al Defensor del Pueblo y "otras medidas" en la línea de aclarar los hechos.

Este encuentro ha levantado mucha polvareda. El presidente en el exilio, Carles Puigdemont, ha cargado contra la reunión. En un tuit, Puigdemont recuerda que las relaciones entre los dos gobiernos se interrumpieron después de que estalló el escándalo provocado por el espionaje con Pegasus y reprocha que se han vuelto a activar a pesar de no haber obtenido las respuestas que se reclamaban sobre el llamado CatalanGate. "Se habían congelado las relaciones por unos hechos gravísimos que el Congreso español todavía se niega a investigar, y se han descongelado unilateralmente para acabar volviendo con las manos vacías. Lo suficiente", ha reventado Puigdemont a través de un tuit en su cuenta de Twitter.