El juez de la Audiencia de Barcelona Pascual Ortuño ha defendido este miércoles el rigor de Pablo Llarena pero también ha opinado que "puede ser que otro tipo delictivo sea más apropiado" que el de rebelión en la causa del 1-O. En declaraciones en Catalunya Ràdio, ha reconocido que "hay opiniones para todos los gustos" y ha argumentado que el juez "tenía en mente el 23-F" cuando imputó los delitos a los líderes independentistas. Ortuño ha opinado que si Carles Puigdemont no se hubiera marchado, ahora no habría nadie en prisión. Al preguntarle por Jordi Cuixart y Jordi Sànchez, que fueron encarcelados antes, ha subrayado que "entonces estaba el procés en plena ebullición y no es como ahora, que ha pasado mucho tiempo, que no tiene sentido".

Ortuño ya pidió hace un año mediación en un artículo que escribió antes de la declaración de independencia. Este miércoles ha apuntado que todavía es posible negociar, aunque ha reconocido que es "muy difícil" porque el conflicto ya se ha escalado. "Pero alguna vez el fuego se tiene que extinguir, la llama eterna solo existe en el infierno", ha añadido el magistrado, que ha recordado que durante la guerra de Vietnam siempre existió una comisión de negociación que fue muy discreta. "Aquí o acabamos con bombas o se tiene que hacer una negociación", ha insistido de forma gráfica. En todo caso, ha advertido que para negociar hacen falta confidencialidad y también voluntad de hablar y escuchar.

Sobre la situación de los presos políticos, Ortuño ha subrayado que él no es partidario de la prisión para nadie, y se ha mostrado convencido que si Puigdemont no se hubiera marchado ahora no habría nadie encarcelado. Igualmente, también ha considerado que si no hubiera habido declaración de independencia, el escenario ahora sería "totalmente diferente".

Al preguntarle por la prisión preventiva, se ha limitado a decir que la obligación del magistrado instructor era asegurar que las personas detenidas estuvieran en el juicio.

El juez no ha querido criticar la instrucción de Llarena, recordando que lo conoce mucho y que ha trabajado con él en la escuela judicial del Estado. Ha asegurado que es "riguroso" y que ha tenido que moverse en un sistema judicial "muy perverso", ya que quien tendría que hacer la investigación no tendría que ser un juez, sino un fiscal, como en los Estados Unidos.

A su parecer, el juicio será justo, y ha pedido un "voto de confianza" para la profesión judicial. Además, ha recordado que también estará la prensa, y todo el mundo podrá ver las pruebas y los interrogatorios.