El Pesebre Viviente de Linyola de este año tiene unos demonios inéditos. Los cuatro figurantes que encarnan el papel de los diablos van vestidos con toga, representando así a los jueces del Tribunal Supremo que han encarcelado los presos políticos independentistas.

A través de esta "acción reivindicativa", la organización quiere criticar la sentencia del juicio del 1-O, bajo el lema "El infierno del procés en la tierra". También se ha querido hacer un "homenaje" a los presos independentistas en otro de los cuadros, donde se pueden ver imágenes suyas dentro de una prisión y un cartel que pide su puesta en libertad.

Otra de las novedades de esta 21.ª edición es la del monólogo que ha llevado a cabo el actor Ivan Caelles justo al inicio de las primeras sesiones de esta representación.