Juan Luis Cebrián propone "pacto nacional" del PSOE y Ciudadanos en el Gobierno, los ayuntamientos y las autonomías para luchar contra el independentismo. En opinión del director ejecutivo del Grupo PRISA, el independentismo es el "problema número uno" al que se deberá afrontar el nuevo ejecutivo porque amenaza la supervivencia de la actual estructura del Estado.
Cebrián, en un artículo publicado en El País bajo el título "Como defenderse de un golpe de Estado", admite que el independentismo cuenta con el apoyo de "casi" la mitad de los catalanes y hace un llamamiento al sentido común de cara a los futuros pactos para formar el gobierno español y los gobiernos autónomos y locales, y apela tanto al PSOE como a Ciudadanos, a los cuales no se priva de dar un toque de atención crítico.
Críticas a Sánchez y Rivera
Así reprocha a Pedro Sánchez que intente gobernar en solitario. "Es una temeridad, no beneficia en el país ni a su propio partido", afirma Cebrián, que sostiene que "teóricamente no tiene mejor candidato para un pacto que Ciudadanos". En este punto reprocha los de Albert Rivera la deriva que han hecho recientemente hacia la derecha y el efecto electoral que ha supuesto para el partido. "Un partido de las libertades", afirma el responsable de PRISA, que "parecía destinado a construir lo que ya es en cierta medida: una formación liberal demócrata, laica y progresista".
Cebrián reprocha a Ciudadanos el acuerdo a la Junta de Andalucía y al PSOE la disposición de algunos de sus líderes a buscar el apoyo parlamentario de ERC o de Bildu. Acusa así a los socialistas "de su poca fe en los valores fundamentales de nuestro estado democrático y de su indisimulado aprecio por el mando, aunque sea el de un curil municipal".
Alabanza a Manuel Valls
"Los partidos fieles a la Constitución, y deseosos de reformarla, están obligados a establecer sin ningún tipo de dudas un cordón sanitario con los que en la derecha o en la izquierda solo quieren destruirla o suplantarla", afirma Cebrián. De eso, asegura, casi nadie se ha dado cuenta excepto Manuel Valls. El directivo ejecutivo de PRISA insiste en el pacto que fracasó en el 2016.
