El rey Juan Carlos se muere de ganas de volver a España y todos los pasos que da van encaminados a este posible retorno, empezando por las dos regularizaciones fiscales hechas, según se han encargado de hacer público sus representantes, desde la más estricta voluntariedad.

Ahora, su plan de retorno, en el que ya trabajan en la Moncloa y en la Zarzuela, pasaría por un tejemaneje fiscal que le cubriría las espaldas: fijar su residencia fiscal fuera de España. Como explica hoy El Mundo, la jugada que prepara el emérito consistiría en volver de manera puntual, un poco a su gusto, pero evitando ningún tipo de investigación fiscal con el recurso de fijar su residencia fiscal en algún sitio fuera del Estado español.

El mismo diario indica que Juan Carlos ya tiene marcado en el calendario el día de su retorno; sería el sábado 13 de marzo, para asistir a una regata en Sanxenxo (Galicia). Juan Carlos volaría desde los Emiratos Árabes Unidos a Oporto (Portugal), de allí se desplazaría a Galicia, y después iría a Madrid. En todo caso, sería un viaje puntual sin intención de quedarse, y mucho menos en la Zarzuela, donde Felipe VI no le espera.

Residencia fiscal fuera de España

La clave de todo el operativo sería, en todo caso, la cuestión de la residencia fiscal. Según explica el diario citado, el emérito cuenta con que con la segunda regularización habría hecho las paces con Hacienda y ahora lo que quiere es asegurarse de que no se le abre ningún otro frente. Como para tener residencia fiscal fuera del Estado hay que pasar un mínimo de 183 días fuera del territorio y eso no se cumplió en el 2020, ya que se marchó en agosto, Juan Carlos ya estaría haciendo las cuentas para asegurarse de que lo podrá hacer este 2021.

De aquí se desprende, por una parte, que el retorno, si se produce, será puntual, y de la otra, la necesidad de Juan Carlos de asegurarse que el fisco español no tenga margen para buscarle las cosquillas.

El Mundo, que cita fuentes próximas al monarca, apunta que uno de los lugares donde podría situarse este domicilio fiscal podría ser en cualquiera de las propiedades del empresario dominicano Pepe Fanjul, amigo íntimo de Juan Carlos, donde siempre se le ha dicho que tendrá las puertas abiertas cuando quiera ir. Otro sitio sería, precisamente, los Emiratos Árabes Unidos, donde Juan Carlos reside desde el mes de agosto y donde se beneficiaría de un convenio con España que dificultaría la investigación de la Agencia Tributaria de sus cuentas.

En todo caso, lo que buscaría Juan Carlos sería asegurarse libertad de movimientos y, en este sentido, un retorno no definitivo al Estado español es lo que le daría más garantías de evitar nuevos problemas con Hacienda.