Juan Carlos I no da un paso atrás y sigue en su cruzada judicial contra el expresidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla. El rey emérito presentará, finalmente, una demanda contra Revilla, a los juzgados de Madrid para vulnerar su "derecho al honor", según ha adelantado este martes El Diario Montañes y lo han confirmado a Europa fuentes del caso. La decisión del emérito llega después de la fallida conciliación celebrada el viernes pasado en Santander, a la cual el emérito no se presentó, aunque sí lo hizo su abogada Guadalupe Sánchez y su procurador. A la salida del juzgado de Santander, Revilla explicó que la defensa de Juan Carlos I le pedía retractarse de sus palabras: "Yo no rectifico en nada de lo que mis condiciones personales me hacen pensar que tengo razón", afirmó el regionalista. Después de no tener éxito la conciliación, el expresidente cántabro ya preveía que el emérito continuaría la causa judicial contra él: "Me veo en el banquillo a punto de cumplir 83 años". Aparte, de una rectificación pública, Juan Carlos I reclamaba 50.000 euros por manifestaciones injuriosas en programas de televisión.

Derecho al honor de Juan Carlos I

El pasado 1 de abril, Juan Carlos I emprendió una lucha legal contra quien era su amigo e incluso a quien le dedicó un libro, Miguel Ángel Revilla. Según una nota de prensa hecha pública por la abogada del monarca, Guadalupe Sánchez, el derecho al honor de Juan Carlos I se vio vulnerado con "expresiones calumniosas e injuriosas". El padre de Felipe VI reclama a Revilla 50.000 euros por daños morales, que serán dados a Cáritas. La querella se dirige contra unas declaraciones hechas por el político del Partido Regionalista de Cantabria (PRC) entre mayo del 2022 y enero del 2025 en diferentes medios de comunicación. Según la defensa del monarca, Revilla utilizó expresiones que suponen una "grave calumnia" y una lesión directa al artículo 18.1 de la Constitución, que garantiza el derecho al honor de todos los ciudadanos.

Por eso, Juan Carlos I solicitó la celebración de un acto de conciliación como paso previo a una demanda formal, que se celebró el pasado viernes y que tenía como objetivo ofrecer a Revilla la posibilidad de "rectificar públicamente sus declaraciones y evitar así un litigio judicial". Una situación que no se produjo porque Revilla se negó. Al llegar a los juzgados, afirmó que si viera en persona el emérito "le diría que me ha defraudado", que "pida perdón" y que "lo que tiene que hacer es repatriar todo el dinero que tiene por allí fuera". El expresidente de Cantabria aseguró: "Revilla no ha mentido, sino que únicamente he bebido de las fuentes donde he obtenido la información. No puedo vivir con la injusticia". Y mantuvo su postura de denuncia de las actitudes del emérito: "Cuando he conocido su trayectoria he tenido que hacer la denuncia. Me sumo a la idea de que este hombre, en su última etapa, ha dilapidado la historia que había hecho que muchos españoles lo tuviéramos en un pedestal". Y añadió "he sido el portavoz de una opinión generalizada de los españoles, que este hombre nos ha defraudado". Revilla afirmó que si Juan Carlos I se hubiera presentado al acto "quizás habríamos tenido un careo y le hubiera explicado por qué me he tenido que dedicar a denunciar su comportamiento, quizás habríamos llegado a un acuerdo... o no, porque no me retracto". Y concluyó que lo que le gustaría que le explicara es: "¿Por qué contra Revilla?"