El vicepresidente primero del Parlament, Josep Costa (Eivissa, 1976), se ha convertido desde las elecions del 21-D en un nombre fundamental para entender el grupo de JxCat. Su papel en la estrategia de defensa de Carles Puigdemont lo ha situado en el núcleo de máxima confianza del president en el exilio, y una de las voces más contundentes en la defensa de su restitución. Al mismo tiempo, aparece como una pieza clave del núcleo de decisiones del president, Quim Torra, con quien estableció una estrecha relación desde que se puso en marcha el grupo parlamentario. Todo ello lo ha situado tambíen en la diana de las críticas de la oposición.

Usted respondió a la decisión del juzgado de Schleswing-Holstein contraria a extraditar a Puigdemont por rebelión y la posterior retirada de las euroórdenes con un tuit en que decía Llarena: KO...
Sí, efectivamente, lo que se ha demostrado con esta decisión es que la estrategia del juez Llarena ha fracasado porque se basaba en estrategia política. No era una cuestión estrictamente jurídica, de aplicar la ley y de perseguir determinados delitos que considera que se ha cometido, sino que había un cálculo político, de anular políticamente a Puigdemont, que no les ha funcionado.

josep costa - Carles Palacio

Cuál cree que será la respuesta a partir de ahora. ¿Ve posible que se retire la acusación de rebelión?
Justamente coincidió también esta semana el hecho de que la fiscalía se opuso formalmente a la petición de libertad de los presos, con lo cual se echa de menos este cambio de estrategia de la fiscalía. No se notan estos nuevos aires que se suponía que tenía que traer una fiscal progresista.

Hay una actuación judicial que va mucho más allá de un juez o un fiscal, hay una estrategia de Estado que no será fácil modificar

¿Indica esyo cuál será la respuesta de la fiscal a partir de ahora?
Demuestra que hay toda una actuación judicial que va mucho más allá de un juez o un fiscal, que hay una estrategia de Estado que no será fácil de modificar.

¿En cualquier caso, la respuesta que ha habido en Alemania y la retirada de euroórdenes, avala la estrategia de internacionalización?
No se ha improvisado nada. Ha habido desde el primer día una estrategia de utilizar los tribunales europeos como una palanca de defensa ante los tribunales españoles, y desde este punto de vista pensamos que sí, que se ha demostrado que esta es la estrategia correcta y que los éxitos se van trasladando al ámbito interno. No se han liberado los presos todavía pero cada vez será más difícil de sostener también en el ámbito internacional el mantener a 9 presos cuando ni tan sólo se persigue a los que están fuera, en el exilio.

¿Qué pasará a partir de ahora en el procedimiento judicial?
Se espera que vaya rápido, que se presenten escritos de acusación por parte de la fiscalía, antes de finales de verano ya se habrá definido y, por lo tanto, nos podemos encontrar con un juicio antes de diciembre, que creo que es el calendario que intentan aplicar.

Determinadas actuaciones no se dejarán esta vez en manos de las instituciones de la Generalitat

Puigdemont vuelve a Waterloo ¿Quiere decir esto que se pondrá ya en marcha el Consell per la República?
Estos meses Puigdemont no ha tenido una actividad política muy intensa en Alemania sino que, por estrategia de defensa, ha tenido un perfil más bajo. También se ha mantenido en un segundo plano para dar un espacio al nuevo Govern que se ha formado durante este tiempo. Ahora ya entramos en una nueva etapa de activar el exilio político, el Consell per la República y toda la actividad que se tiene que hacer desde fuera. Así ya se habló y pactó, determinadas actuaciones no se dejarán esta vez en manos de las instituciones de la Generalitat.

¿Eso en qué plazo será?
Se irá desplegando progresivamente desde ya mismo. El sábado se hará un acto de recibimiento al president Puigdemont que servirá también para hacer un acto de proyección internacional para pedir la libertad de los presos. En la perspectiva de que es absolutamente inadmisible e inverosímil que las personas acusadas de rebelión por Llarena estén libres en toda Europa y ni tan sólo se les intente pedir la extradición, y sigan aquí los presos en la prisión. Haremos bandera de esta cuestión para pedir la libertad de los presos.

josep costa - Carles Palacio

Puigdemont liderará este espacio fuera de las instituciones para hacer la política que aquí no se nos permite

¿Qué papel asumirá Puigdemont en el Consell per la República?
Tendrá un papel importante, liderando este espacio político fuera de las instituciones actuales, básicamente para hacer la política que aquí no se nos permite. Todo esto no es un capricho no es que ahora nos queramos inventar instituciones paralelas, la cuestión es más sencilla, es que las instituciones de la Generalitat están intervenidas por los jueces españoles, por el TC, por el gobierno del Estado que no les permite hacer aquello que la gente ha mandatado hacer. Sin ir más lejos, no nos han permitido investir al gobierno que queríamos, ni nombrar a los consellers que queríamos. Hay una bifurcación entre lo que ha votado la gente y lo que se ha permitido que estas instituciones hagan. Tiene que haber este ámbito libre que pueda hacer aquello que la gente ha votado.

¿La estrategia será buscar otras vías?
Vamos hacia un escenario de diversificación de los ámbitos de decisión y actuación para hacer avanzar el proyecto republicano. Con un papel importantísimo para la gente, para las entidades sociales, para la militancia de base, y también de los ayuntamientos y el mundo local.

Los Ayuntamientos, a diferencia de la Generalitat, no són tan fáciles de ser intervenidos

¿Hay alguna acción concreta que afecte a los Ayuntamientos?
No. Nada en concreto. Se tiene que visualizar que los Ayuntamientos son un espacio de representación popular muy importante, en la que el soberanismo tiene una fuerza muy grande, y unos espacios que, a diferencia de la Generalitat o el Govern, no son tan fáciles de ser intervenidos o controlados directamente por los funcionarios de Madrid. Esta es una de las cosas que hemos aprendido en este proceso los últimos meses, con la aplicación del 155 y toda la represión.

¿Qué?
Que fuera de las instituciones nacionales de la Generalitat hay vida, hay fuerza y capacidad de hacer cosas. De hecho, una gran mayoría de los países que han alcanzado la independencia el último siglo no tenían una institución propia, un gobierno, una autonomía... No es un requisito esencial tener un gobierno autonómico para avanzar hacia la independencia y hacia un nuevo Estado. La historia nos demuestra que hay muchos países que han hecho este camino sin tener instituciones propias. Evidentemente en nuestro caso, como existen, las tenemos que tener a favor, porque tienen una legitimidad y capacidad de actuación. Pero a partir de ahora también tenemos asumido que la política no acaba en el Parlament y en el palau de la Generalitat.

Los movimientos judiciales también han tenido una repercusión en el Parlament. La semana pasada la decisión del juez de suspender temporalmente a los diputados encausado provocó una fuerte tensión con ERC. ¿Qué pasó?
Era la culminación de la estrategia del juez Llarena para interferir políticamente en el funcionamiento del Parlament. Por lo tanto, todo lo que pasó es primeramente culpa del Tribunal Supremo y del magistrado instructor, que quiere interferir en la vida política. No es la primera vez, lo ha hecho impidiendo la investidura de Jordi Sànchez, encarcelando a Jordi Turull en medio del debate de investidura... Por lo tanto hay una voluntad política, nada disimulada, de interferir en el funcionamiento del Parlament y en el programa político que ha surgido con el apoyo mayoritario de la ciudadanía el 21-D. Esta es la pieza importante, que no tenemos que perder de vista. Que hay una estrategia clara de interferir en este Parlament y nosotros nos tenemos que defender. Y no es fácil.

¿Cómo se responderá a la suspensión de diputados que ha dictado al magistrado?
Tenemos que ver cómo se gestiona, sobre todo siendo conscientes de que esta acusación de rebelión, que es la base de todo, no se aguanta por ningún sitio. Y que no es defendible ante los tribunales europeos, porque la retiran, y que no sabemos ni siquiera si será sostenible ante el tribunal que tiene que juzgar los hechos ahora cuándo se presente el escrito de acusación. Por lo tanto, de entrada, lo que no podemos hacer es dar por bueno que se suspenda un conjunto de diputados, que se les suspenda con una apenas disimulada voluntad de interferir en el funcionamiento del Parlament, en la correlación de mayorías. Esta tiene que ser nuestra principal preocupación, que no se altere el funcionamiento del Parlament.

josep costa - Carles Palacio

De todos modos, ustedes aseguraban que ya había un principio de acuerdo en el último pleno que dejaba Puigdemont fuera de esta suspensión. En cambio ERC asegura que es falso... ¿Había acuerdo o no?
Se ha hablado mucho. Estamos obligados a llegar a acuerdos sobre estas cuestiones. Tenemos un pacto de gobernabilidad que afecta al Govern y al Parlament. Por lo tanto, nos tenemos que conjurar y obligar a nosotros mismos a tomar estas decisiones de mutuo acuerdo. Y en el momento que haya alguna duda nos tenemos que sentar y cerrar el acuerdo. Esta es nuestra voluntad y así lo tenemos de hecho firmado, que estas cosas se tienen que pactar entre los dos grupos que dan apoyo al gobierno. A partir de aquí, alguna cosa no fue bien. Hubo algún malentendido, algún problema de comunicación. Lo que es importante es que eso lo tenemos que resolver de mutuo acuerdo.

Pero fue un problema de comunicación muy importante, porque ERC les acusó de mentir y desde JxCat se acusó a los republicanos de querer suspender "obsesivamente" al diputado Puigdemont. Se cruzaron acusaciones muy graves.
Como decía, ha habido algún problema de gestión de esta negociación, pero a partir de ahora ya se ha reconducido y nos hemos emplazado que todas estas cosas se lleven a los órganos de decisión del Parlament habiendo un acuerdo previo entre nosotros.

Esta tensión ya se vivió el 30 de enero con el pleno de de investidura de Puigdemont que el presidente del Parlament suspendió en el último momento, ¿se recuperó la confianza después?
El acuerdo de Govern es posterior al 30 de enero, por lo tanto es evidente que llegamos a un acuerdo después.

Hablo de confianza no de acuerdos...
El acuerdo se basa en la confianza para hacerlo.

Desde de ERC se pide un acuerdo por escrito para ligar estos temas... Esta puede ser la solución.
El pacto de Govern es un acuerdo escrito que está bastante desarrollado. 

josep costa - Carles Palacio

Hay un acuerdo por escrito con ERC y mecanismos de decisión. Lo que nos tiene que preocupar es que lo podamos desplegar y cumplir

Es decir, Esquerra insiste en hacer un acuerdo por escrito, y ustedes replican que ya existe...
Hay un acuerdo escrito para sacar adelante el gobierno y hay unos mecanismos de decisión y reflexión. Lo que nos tiene que preocupar es que los podamos desplegar y cumplir. Si hay algún aspecto que no está previsto o que lo tenemos que ampliar o revisar también este acuerdo tiene los mecanismos para hacerlo. No estoy diciendo que no tengamos voluntad de hablar de lo que haga falta. Al contrario, si tienen alguna propuesta para ir más allá en los acuerdos que ya tenemos firmados, toda la disposición para hablar.

¿Han hablado con ERC después de la crisis?
Los contactos son permanentes y se han hecho todo tipo de reuniones y contactos.

¿Y con el presidente del Parlament también?
Sí.

Dan la crisis por cerrada, pues...
Sí. Por nuestra parte, sí. Con ERC tenemos un pacto de gobierno que es perfectamente vigente, lo estamos renovando y aplicando cada día. No hay ninguna novedad. Seguimos trabajando juntos, somos socios imprescindibles. Sólo entre los dos podemos hacer mayoría y gobernar. Está toda la voluntad de entendrenos y seguirá existiendo.

La unidad de acción por las bases se acaba imponiendo. No tenemos alternativa pero ni siquiera se plantea un no acuerdo

És decir, que se han puesto de acuerdo porque no hay más remedio?
Porque la gente nos lo pide. Las bases del movimiento soberanista no están divididas. Así como en el Parlament hay tres grupos parlamentarios defensores de la República, el 11-S no hay tres manifestaciones, el 1-O no había colegios separados, según partidos o ideologías... Esta unidad acción por la base se acaba imponiendo. No tenemos alternativa pero ni siquiera se plantea que no nos pongamos de acuerdo.

Es imprescindible que compartamos la estrategia de fondo también con la CUP

¿Y la CUP?
Forma parte de esta mayoría independentista. Esta legislatura aritméticamente tiene un peso un poco inferior porque sus votos no son imprescindibles para formar la mayoría, pero en la estrategia de fondo es imprescindible que también la compartamos con ellos y que, sobre todo, traslade esta unidad civil que tiene el soberanismo también aquí en el Parlament.

¿Volviendo a la suspensión temporal de los diputados que reclama el juez, quedará pendiente para septiembre?
Pueden pasar muchas cosas...

Esperarán pues...
La idea que teníamos era que sólo debíamos tomar un acuerdo para aquel pleno que teníamos la semana pasada, para resolverlo provisionalmente. Y después esperar como se resuelven los recursos de los abogados, el escrito de acusación de la fiscalía, si mantiene la acusación de rebelión... Por lo tanto, de aquí a septiembre tienen que pasar cosas que acondicionan o nos dan contexto para decidir.

[A pesar de la suspensión del sueldo] el mantenimiento del acta de diputado no está en discusión

De momento, sin embargo, la auditora del Parlament ha dejado de pagar el sueldo de los diputados encausados por el 1-O desde el momento en que se lo ha indicado al juez...
La auditora tiene entre sus funciones la gestión de las nóminas de todo el personal. A menos que haya alguna reclamación la Mesa, no interviene. El mantenimiento del acta no está en discusión. Serán los órganos del Parlament los que garantizarán los derechos politics de los diputados y el respeto por las mayorías surgidas de las elecciones. Eso no es una cuestión de dinero en ningún caso.

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JxCat insiste en que su objetivo es la investidura de Puigdemont.
Esto lo dijo el propio president Torra cuando fue investido. Este es nuestro objetivo político, Puigdemont sigue siendo nuestro líder, el líder de JxCat y está ejerciendo como tal. Si no es el president efectivo es porque lo han impedido con todas las malas artes, habidas y por haber, los tribunales españoles.

Si renuncia al escaño el reglamento del Parlament le impide ser investido president.
Efectivamente.

Por lo tanto, JxCat no lo aceptará nunca esto.
Exacto.

¿Aunque sea temporal?
Aunque sea temporal.

Tenemos que mirar más allá y explicar a la gente la estrategia un poco más a medio plazo y así lo hará Torra después del verano

También se ha criticado que no está claro cuál es la hoja de ruta y objetivos del independentismo esta legislatura...
JxCat hemos ido explicando en cada momento la estrategia que estábamos siguiendo, pero es cierto que estamos en un escenario muy cambiante. Hace unas semanas nadie habría dicho que habría un cambio de gobierno en España. No podemos vivir dentro de un calendario o una hoja de ruta inflexible. Pero también tenemos que mirar un poco más allá de los acontecimientos que se van sucediendo. Y explicar a la gente -y así lo hará el president Torra en su conferencia después del verano- esta hoja de ruta o esta estrategia un poco más a medio plazo.

Cuál es este objetivo a medio plazo que se marcará.
El objetivo, siempre lo dice el president Torra, es generar un nuevo momento para hacer lo que no hicimos el 1-O, que es llegar a la efectividad de la proclamación de la República.

¿Eso que llamaba Torra una ventana de oportunidades, qué quiere decir, cómo se genera?
El president Torra lo ha explicado. Poner el ejemplo del 1-O no quiere decir que tengamos que hacer otro referéndum, pero un momento fue el 1-O: fue un momento en que el país focalizó todas sus energías a hacer este referéndum como un gran momento de país. Se trata de eso, de poner toda la energía, toda la estrategia, toda la fuerza que tiene el movimiento soberanista al servicio de este momento, de dar un salto adelante en el camino hacia la República.

josep costa - Carles Palacio

¿Este momento podría tener la forma de una resolución del Parlament?
No es una cuestión que necesariamente tenga que tener su translación institucional, no hace falta que sea una decisión de las instituciones o que se base en una decisión de las instituciones.

¿Cómo será, pues?
Lo que siempre hemos dicho es que este nuevo momento, a día de hoy, no podemos prever cómo será ni cuándo será. Hay varias opciones.

¿Como cuáles?
Hay diversas posibilitado. Puede ser en torno a los juicios para el 1-O; en torno a unas futuras elecciones, que hay convocado europeas y municipales; en cualquier momento, no de forma inminente pero sí más pronto que tarde, puede haber unas elecciones españolas; y puede haber a partir del 27 de octubre la posibilidad de convocar unas elecciones al Parlament de Catalunya. Por lo tanto, hay muchas posibilidades de focalizar esta energía.

No aceptemos un retorno a la normalidad renunciando a culminar la República. Hay que tener las herramientas afiladas para cuando venga otro junio

Y hasta que llegue este momento, ¿qué faràn?
Mantener la movilización; mantener la denuncia de la excepcionalidad; seguir poniendo de manifiesto que hemos recuperado las instituciones pero no la democracia; explorar vías de diálogo con el Estado, aunque no tengamos fe; mantener la causa catalana en la agenda internacional... En definitiva, no aceptar un retorno a la normalidad en forma de renuncia a culminar la República. Hay que tener las herramientas afiladas para cuando venga otro junio, como dice el himno.

En el calendario inmediato otro hito será la convención de la Crida Nacional per la República este otoño...
Efectivamente será una cita importante para volver a estudiar y volver a trabajar en la estrategia soberanista, los instrumentos políticos que tenemos. Y por lo tanto será un momento de debate y de participación ciudadana que ayudará mucho a definir esta hoja de ruta.

¿Funciona bien JxCat como grupo parlamentario?
Tiene una virtud que cualquier partido o espacio político tendría que envidiar y seguro de que envidian es que nadie cuestiona el liderazgo. Las desavenencias en un grupo político se dan normalmente por el liderazgo y por el poder. JxCat no tiene este problema. Ha funcionado muy bien.

Este fin de semana ha habido el congreso del PDeCAT, miembro de JxCat, donde hay un sector, el oficial hasta ahora, que no ve demasiado clara, por ejemplo, la intensidad de la apuesta por la Crida per la República...
Justamente si una cosa ha quedado clara en la asamblea de este fin de semana es que las bases del PDeCAT apuestan por la Crida. Viene a confirmar lo que decía antes que no se discute ni la estrategia ni el liderazgo.

No obstante, la semana pasada los dos miembros de JxCat en la Mesa votaron diferente, Usted votó no a la propuesta sobre la suspensión de los diputados y el secretario primero de la Mesa, Eusebi Campdepadrós, se abstuvo. ¿A qué obedeció eso?
Por las circunstancias de presión del momento pero no por ninguna discrepancia de ningún tipo. Fue la manera como en aquel momento superamos un escenario forzoso que nos habían puesto encima de la mesa. Pero la posición de JxCat era unánime en el sentido de cuál tenía que ser el acuerdo de esta Mesa.

Defender el Parlament o el Govern no es desobediencia. La legalidad ha cambiado de bando. Es el Estado que se salta la ley.

¿Y cuándo se plantee de nuevo el debate sobre la desobediencia, como responderán?
Defender las prerrogativas del Parlament o del Govern en ningún caso supone desobediencia. Es el Estado que se sale de los límites de la ley para intentar impedirnos aquello que legalmente podemos hacer. Como si la legalidad hubiera cambiado de bando. Es el Estado que se salta las propias leyes. Nosotros no estamos desobedeciendo nada, estamos ejerciendo nuestras competencias.

Eso es lo que argumentó la defensa de la presidenta Carme Forcadell pero ahora mismo está en prisión preventiva...
A la presidenta Forcadell no se la ha condenado, no se ha condenado nunca a nadie de la Mesa de un parlamento por permitir un debate parlamentario ni se le ha condenado de desobediencia. No hay ningún precedente. No tiene ninguna base legal.