Alfombra roja a empresarios e inversores, manteros fuera, crear 60.000 empresas en cuatro años, llegar al pleno empleo, bajar impuestos, burocracia cero y el compromiso que Barcelona "nunca, nunca, nunca será la capital de ninguna República Catalana". Son las principales promesas que ha verbalizado el candidato del PP a la alcaldía, Josep Bou (i Vila i Costa i Font i Barceló i Fontarnau i Pujals y Sendra i Soler i Berenguer i Solà iPuigdesens), el de los doce apellidos catalanes.

Durante una conferencia en la Cambra de Comerç de Barcelona, Bou lo ha resumido con la frase "hacer todo lo contrario de lo que ha estado haciendo Colau durante su mandato". Bajo su punto de vista, la ciudad está deshecha como consecuencia de la pinza del gobierno de los comunes en Ayuntamiento y de los independentistas en la Generalitat. "Colau ha perdido la brújula y el Gobierno ha perdido la cabeza", ha remachado. Y ha acusado a la alcaldesa de "no saber ni que es la economía".

Con la excentricidad que le caracteriza, el empresario independiente que Pablo Casado fichó personalmente ha reconocido que "no hay tantas diferencias entre Valls y yo". Ha sido cuando se le ha preguntado por tres diferencias con el candidato de Cs. Bou ha empezado diciendo que "él -Valls- es de izquierdas y socialista, yo no sé qué soy, pero socialista seguro que no", ha añadido que "soy el único capaz de dar la mano a todas las fuerzas constitucionalistas", abriendo claramente la puerta a entenderse y pactar con VOX si hace falta, y se ha quedado en blanco a la hora de señalar una tercera diferencia. Finalmente, ha rematado "él es francés y yo no".

Trabajo para todos y 60.000 empresas nuevas

Una vez expuesto el panorama dramático que a su parecer han dejado Colau y los indendentistas, ha anunciado algunas de sus propuestas como alcalde.

Las más llamativas: la reducción del paro a cero -cosa que implica la creación de 69.000 nuevos puestos de trabajo-, la creación de 60.000 nuevas empresas y una rebaja cuantiosa de los impuestos -de más del 30% en el IBI. "Sé como hacerlo porque soy empresario", ha defendido y ha ido más allá asegurando que si un inversor llama a la puerta del Ayuntamiento "si hace falta me vestiré de lagarterana, pero no se me escapará". En la misma línea ha prometido arremangarse para que vuelvan las empresas "que se han marchado de Catalunya a raíz del procés".

Bou ha hecho una defensa acérrima de la gestión privada de la ciudad, quejándose de "el exceso de intervencionismo de los políticos, que nos lo dejen a nosotros los empresarios, que ya lo gestionaremos, el dinero tenemos que tenerlo nosotros".

"Pensaba que me quedaría con sus dedos en la mano"

Con un público plagado de empresarios, entre el cual había también el líder del PP en Catalunya, Alejandro Fernández, Bou ha reproducido la conversación que mantuvo con el sintecho a quien ahora hace unos días dio 50€.

Ha asegurado que "era un desgraciado", que cuando el hombre le dijo que no tenía ni un duro para comer él le respondió "tío, ¿no vas a comer hoy"? y sintió la necesidad de darle el dinero. De hecho, Bou todavía ha sido más gráfico, "pensé que me quedaría con sus dedos en mi mano, porque los tenía deshechos, con las uñas caídas".