La obsesión del ministro español de Exteriores en funciones por controlar la acción exterior del Govern no tiene freno. Josep Borrell tiene bajo vigilancia a cónsules extranjeros destinados en Barcelona para tener gestos con el independentismo. Así lo admite el jefe de gabinete del ministro de Asuntos Exteriores español en un e-mail a Miguel Vecino, el cónsul español en Edimburgo que fue destituido por Borrell a principios de junio. Vecino, una vez cesado, denunció que le daban órdenes "anticonstitucionales".

El jefe de gabinete de Borrell, según informa el digital Vozpópuli, se dirige al cónsul de Edimburgo el 22 de abril, después de que este le exponga la voluntad de la primera ministra Nicola Sturgeon de crear una asociación consular en Escocia. Ante este hecho, el jefe de gabinete advierte a Vecino que el cuerpo consular “ha sido uno de los instrumentos clave que ha utilizado la Generalitat para tratar de ganar para su causa a los cónsules de carrera y honorarios que hay en Cataluña”.

Es más, el hombre de confianza de Borrell admite que el ministerio ha tenido que promover el cese "de media docena de cónsules" honorarios acreditados en Barcelona y que tienen bajo vigilancia a algún cónsul de carrera. Durante el mandato de Borrell se ha cesado al cónsul honorario de Grecia.

96 cónsules en Barcelona

El cónsul de carrera es un diplomático nombrado por el gobierno para desarrollar funciones consulares reconocidas en el derecho internacional, mientras que el cónsul honorario, que suele ser un profesional nacional del país donde está acreditado, tiene limitadas sus funciones a hacer de intermediario. Barcelona es la ciudad del mundo con más representación consular, con 41 cónsules de carrera y 54 cónsules honorarios.

Precisamente Borrell se reunió el pasado abril con los cónsules acreditados en Barcelona, meses después de que lo hiciera el presidente de la Generalitat Quim Torra, quien denunció la represión del Estado y les advirtió de que no tenía intención de renunciar al derecho a la autodeterminación.