El alto representante diplomático de la UE, Josep Borrell, ha apuntado este viernes, que posiblemente dimitirá del cargo cuando finalize la guerra de Rusia contra Ucrania. Borrell ha indicado que la energía nunca sobra, y ha asegurado que "efectivamente" se tiene que saber cuándo uno se tiene que terminar. "Cuando se acabe la guerra", ha detallado, según informa Europa Press. El exministro ha hecho las declaraciones a un grupo de periodistas después de recibir el Premio Nueva Economía Forum 2022 en el Teatro Real de Madrid, donde lo han presentado la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, y el antecesor en su cargo Javier Solana, que han ensalzado la trayectoria y la capacidad de trabajo y dedicación.

Borrell ha defendido en su intervención que ahora es el momento seguir dando apoyo militar a Ucrania porque Rusia todavía no ha sido derrotada y ya en el pasado demostró su capacidad de recomponerse "tanto con Napoleón como con Hitler". El jefe de la diplomacia europea ha reivindicado que Europa hizo todo lo posible para evitar esta guerra en las semanas previas a la invasión rusa el 24 de febrero pasado, y ha añadido que aunque tomó la decisión de dar apoyo militar a Ucrania en una apuesta inédita en su historia, sigue sin ser una parte beligerante en el conflicto. "Sería absurdo pensar que Rusia ha perdido la guerra o que sus militares son incompetentes", ha advertido, y ha apuntado que "hasta ahora está perdiendo pero todavía tiene una fuerza enorme y capacidad para seguir haciéndola".

Por eso, ha proseguido, "ahora es cuando hay que seguir armando a Ucrania, con los medios materiales y militares necesarios para dar la clase de guerra que tiene que hacer". Según el alto representante, es necesario que Ucrania no realice solo una guerra defensiva, sino que pueda tomar la iniciativa y romper frentes" y evitar que dentro de unos meses Rusia lance una nueva ofensiva "muy potente y sangrienta". Ante los que dicen que no es necesario dar apoyo militar a Ucrania, para favorecer que la guerra se acabe, Borrell ha esgrimido que "lo importante es cómo se acaba". En este sentido, ha recalcado que la clave es que Rusia no gane y no pueda convertir a Ucrania en "un Estado títere" como ya pasa con Bielorrusia y a la espera de seguir en cualquier momento con "ansias expansionistas".

Según Borrell, el presidente ruso, Vladímir Putin, lo que busca no es reconstruir la URSS sino que actúa movido por un "nacionalismo exacerbado" y la "voluntad de reconstruir la Rusia de los zares" y amalgamar a los territorios que en su día tuvo. En este sentido, ha advertido del peligro que supondría que todos los países quisieran recuperar su historia. "¿Cuántas fronteras más pueden volar?", se ha preguntado. El alto representante diplomático no se ha privado de saludar "a los servicios de información rusos que seguro que me están escuchando y que después utilizarán cada palabra que diga, debidamente retorcida, para ponerme en la peor de las situaciones".