El Ministerio de Asuntos Exteriores español, que encabeza Josep Borrell, ha presentado una protesta ante su homólogo francés por las protestas de los chalecos amarillos, que considera que interfieren el comercio, según ha informado el diario L'indépendant de Perpinyà. La protesta de los chalecos tiene una forma de actuación similar a la que han utilizado en ocasiones los CDR catalanes, y que en España recibió acusaciones de terrorismo.

El ministerio español, sin embargo, no ha argumentado que esté molesto por la similitud con los CDR, sino que ha asegurado que las protestas de los chalecos amarillos "provocan perjuicios a los transportistas que tienen que atravesar cada día la frontera con Francia y obstaculizan la libre circulación de mercancías". Y ha pedido a las autoridades francesas "adoptar todas las medidas pertinentes para garantizar la libre circulación de mercancías con absoluta seguridad".

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Mientras tanto, en el Estado francés siguen las protestas de los chalecos amarillos, motivadas por el alza del precio de los carburantes. Los antidisturbios franceses han impedido hoy algunos cortes, pero también han hecho gestos de solidaridad con los manifestantes.