Jordi Sànchez ha dedicado una parte del segundo permiso de 48 horas fuera de la prisión a explicar cómo fueron los días previos a la declaración de independencia el 27 de octubre del 2017. Lo ha hecho en su primera entrevista televisiva después de 859 días encarcelado.

Sànchez ha hablado sin embages al Preguntes Freqüents de TV3 y ha concretado que ERC era partidaria de convocar elecciones antes de que el presidente Puigdemont proclamara -y suspendiera inmediatamente- la DUI. "Había tenido conversaciones con Oriol Junqueras, y sé que la opción de la declaración unilateral él no la veía cómo primera opción". "Pero pasó lo que pasa demasiado a menudo: las elecciones llevan a rivalidades entre partidos", ha dicho. Con eso, Sànchez ha acusado a los republicanos de haber actuado con tacticismo electoral. "Una parte del gobierno defendía (en las reuniones internas) la DUI y esperaba que Puigdemont convocara elecciones", ha añadido. A la pregunta de la periodista Cristina Puig de quién actuó así, Sánchez ha indicado directamente: "Esquerra Republicana de Catalunya".

Ahora bien, Sànchez no se ha mojado en sus preferencias, y entre DUI o elecciones ha dicho que no optaba ni por una cosa ni la otra. "La unilateralidad es un instrumento que se tiene que utilizar cuando podamos utilizarlo", ha dicho sin precisar. Él vivió el 27-O, desde la prisión, consciente que era una decisión que incomodaba a la gente que lo estaba tomando. "Lo hacían desde el convencimiento que era la única salida pero no era la primera opción que querían", ha dicho.

Reordenación del espacio Puigdemont

El expresidente de la ANC se ha mostrado optimista y ha pronosticado que las próximas semanas se reordenará el espacio en torno a Carles Puigdemont. Este incluirá sensibilidades de centro, social-liberales y de la izquierda, como el movimiento presentado este sábado por la mañana, Independentistas de Izquierda, que se presenta para conseguir la "unidad estratégica".

El 20-S

Si pudiera volver atrás en el tiempo hasta el 20 de septiembre del 2017, Sànchez volvería a actuar de la misma manera que lo hizo. Volvería a tomar las mismas decisiones. Volvería a querer mediar con los Mossos d'Esquadra e interlocutar con la comandancia de la Guardia Civil. "Teníamos derecho a convocar una manifestación ante una situación que considero injusta", ha indicado en referencia a la concentración pacífica delante la conselleria de Economía, de la cual "se siente orgulloso. Sí que cambiaría una acción. "Probablemente, no subiría encima del vehículo de la Guardia Civil porque se ha utilizado por medios y la Fiscalía para justificar aquello injustificable", ha reconocido.

859 días de prisión

El expresidente de la ANC, que entró en la prisión el pasado 16 octubre 2017 ha asegurado que volver a Lledoners es duro pero entiende que "son las reglas del juego". Como preso político, dice, su manera de denunciarlo es asumir esta realidad. "Lo tengo interiorizado", ha apuntado.

Durante la primera etapa encarcelado en Soto del Real, en Madrid, Sànchez ha explicado que se articularon todos los mecanismos para que en los 10 meses que compartieron prisión con Sandro Rosell y Jordi Cuixart no coincidieran ninguna vez.

Sànchez, que se ha definido más tolerante con él mismo desde que está en la prisión, ha agradecido todas las muestras de apoyo durante los últimos dos años. Actualmente, recibe una treintena de cartas diarias y en total han llegado unas 64.000. Algunas, de personas que no esperaba, ha reconocido, como la de algunos políticos españoles "que podría incomodar" o la de un dirigente en Catalunya de Fuerza Nueva.

Utilizará el artículo 100.2 tres días a la semana para hacer tareas de voluntariado en una entidad de Barcelona que facilita que los hijos de familias que sufren pobreza tengan acceso a formación extraescolar.