La ley lo justifica todo y la Justicia actúa como es debido (y merecido). Bajo esta premisa, los diarios de Madrid abren hoy congratulándose por el encarcelamiento del presidente de la ANC, Jordi Sànchez, y el de Òmnium, Jordi Cuixart, para quien la juez Carmen Lamela ha dictado prisión sin fianza como si "alzarse como sus principales promotores y directores [de las concentraciones del 20 y 21-S]" fuera algo diferente a lo que dicta el artículo 21.1 de la propia Constitución española, que sostiene que "se reconoce el derecho de reunión pacífica y sin armas" y que "el ejercicio de este derecho no necesitará autorización previa".

Amparándose en la norma suprema solo para algunas cosas, la prensa española de hoy viene cargada de motivos y fundamentos que prueban de justificar lo injustificable y prueban de cargarse la reputación de Sànchez y Cuixart con adjetivos del estilo "instigadores", "tumultuosos" o "líderes callejeros", entre muchos otros.

Además, se felicitan porque, finalmente, Lamela haya optado por acatar algunas de las peticiones de la Fiscalía, que pedía prisión incondicional también al major de los Mossos, Josep Lluís Trapero (y se lamentan de que no haya sido así), y lanzan un aviso al resto de dirigentes soberanistas recordándoles que esto es solo una muestra más de lo que puede pasar si siguen por el camino de la secesión. 

Y, como no podía ser de otra manera porque ya viene siendo un capítulo habitual en la historia del procés y la prensa española, es que algunos exijan al Gobierno del PP que aplique ya el artículo 155, mientras piden a los altos cargos catalanes que dimitan de sus puestos.

Líderes del golpe

ABC que, hoy sí, abre con los incendios de Galicia, lleva en su portada un ante-título que informa sobre la privación de libertad para los líderes soberanistas, a quién define como "líderes callejeros del golpe". Pero eso no es todo. En su editorial, titulada "El procés entra en prisión", el rotativo se muestra convencido de que la decisión de la juez de la Audiencia Nacional "es la consecuencia legal inevitable de su participación activa en los tumultos de los días 20 y 21 de septiembre" y se felicita de que "la perseverancia del Ministerio Fiscal ha dado sus frutos".

¿El delito? "Organizar y participar la agitación callejera que desembocó en el acoso a los agentes de la Guardia Civil", pero, lo que es peor —siempre para el diario citado—, parece ser que llevar el "megáfono en mano", así como "arengar una turba enardecida que quería impedir el cumplimiento de la orden judicial de entrada y registro, como un episodio más en la escalada contra el orden constitucional" es un delito que no puede quedar impune. Y, además, corre por las calles de Madrid el temor de que reincidan. 

Mostrándose totalmente de acuerdo con la decisión de la juez, ABC quiere hacer ver a sus lectores que la sentencia para Sànchez y Cuixart "expresa la gravedad de lo que está ocurriendo en Catalunya y avisa a otros de lo que puede suceder. En este sentido, critican que Lamela no haya encarcelado a Trapero, una valoración que, aunque consideran "respetable", también creen que es "muy discutible" porque, a su juicio, el major de los Mossos "tenía a su alcance haber dado las órdenes necesarias para evitar el acoso y asedio a la Guardia Civil y sabía lo que estaba pasando".

Agitadores del separatismo

El Mundo, al estilo ABC, hoy también lleva Galicia en portada a diferencia de ayer —aunque en un tamaño menor—, pero centra la mayor parte de su información en el procés. En su editorial, titulada "El Gobierno y la Justicia, firmes contra la secesión", cargan contra el president Carles Puigdemont por "volver a acusar al Estado de represión, el mismo día en el que España fue elegida miembro del Consejo de Derechos Humanos de la ONU" porque consideran que esto "supone un varapalo al relato cargado de mentiras y victimismo del independentismo". 

Eso sí. Pasan por alto que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, tuiteó justo en el momento en que los Jordis entraban el Soto del Real, precisamente que estaba "satisfecho" por esa elección de la ONU.

A parte de eso, siguen cargando contra Puigdemont soltando que "Rajoy no puede aceptar bajo ninguna premisa" que "un golpista" pida diálogo y le emplazan a aplicar ya el artículo 155 de la Constitución asegurando que "ya no le queda ninguna excusa".

Esta editorial concluye que "aquí las víctimas no son quienes pretende la propaganda separatista, sino las empresas más emblemáticas y el autogobierno de Catalunya".

Chantajes

La Razón, que deja claro en su editorial que "El estado no acepta chantajes", combina la cuestión catalana con los incendios de Galicia, a los que dan menos importancia que a la jugada de la justicia española. A su parecer, "es comprensible que los independentistas crean que el Ministerio Público actúa al dictado del Gobierno, dado que sus recién aprobadas leyes de desconexión esbozan un futuro Estado catalán sin división de poderes".

Con el encarcelamiento de los Jordis, y siempre según el diario mencionado, "ha quedado totalmente claro que de nada sirve presionar para que la acción de la Justicia sea al gusto de los independentistas". Mientras, los de Francisco Marhuenda aseguran que "los tiempos que marcan los tribunales no son los de la política y querer vincularlos es una forma inadmisible de chantaje", motivo por el cual avisan que "la investigación por estos delitos de sedición prosiguen y en ella no van a interceder las falacias de Puigdemont en su carta a Mariano Rajoy".

En otro artículo titulado "Los instigadores", Toni Bolaño define a los Jordis como los "artífices de poner a las masas al frente del proceso" porque, a su juicio, "sus organizaciones no sólo han convocado las grandes manifestaciones de la Diada, sino que han sido el alma máter de la organización y la agitación independentista".

Bolaño subraya que a Sànchez y Cuixart "nadie los ha elegido" y aún así, pone de manifiesto, "imponen su criterio a los partidos" y, "sobretodo, controlan la movilización de la calle". Es decir, los dos "se han convertido en un fuerte poder influyente y un referente social del movimiento nacional independentista".

¿El peligro? Que llamaron a una movilización permanente y "las masas siempre son difíciles de controlar".

Altercado en la Generalitat

El País, de su lado, y como si de terroristas se tratara, abre su portada bajo el título "Encarcelados los promotores de las revueltas separatistas" y en su editorial subrayan que "La justicia actúa [...] por el altercado del 20-S en la Generalitat".

A juicio del diario citado, las concentraciones de los días 20 y 21 de septiembre supusieron "masivos desórdenes" y es por eso que ahora la justicia "recuerda que violar gravemente la ley no sale gratis en un Estado democrático".

Vanagloriándose de que "no sucede todos los días en Europa que unos jefes policiales sean acusados de sedición", la editorial se lamenta de que "estos acusados siguen gozando de la presunción de inocencia" y insta a la justicia a investigar, también, al conseller de Interior, Joaquim Forn, y al director de los Mossos, Pere Soler; motivo por el cual les emplazan a dejar sus cargos " para empezar a restablecer la normalidad democrática en Catalunya".