Jordi Sànchez (Barcelona, 1965) presentará este sábado su candidatura a presidir la Crida Nacional per la República, el movimiento político que impulsa el president en el exilio, Carles Puigdemont, para favorecer un espacio unitario del independentismo. El expresidente de la ANC y presidente del grupo parlamentario de JxCat, actualmente en la prisión de Lledoners, insiste en una entrevista en El Nacional a apelar a las candidaturas unitarias de cara a las próximas elecciones, en particular en Barcelona, pero también en las elecciones europeas. Por lo que respecta al juicio por el 1-O, asegura que no renuncia a un juicio justo y que, si lo es, solo cabe la absolución. En cualquier caso, al ser preguntado sobre si descarta una nueva huelga de hambre, asegura que no renuncia a ninguna vía de protesta y que la huelga de hambre que protagonizó consiguió una eficacia plena.   

La Crida se anunció como una plataforma para garantizar la unidad del independentismo, pero ERC dejó claro que no se quería sumar y el PDeCAT ha demostrado los recelos desde el primer momento. ¿Qué futuro le ve?
La construcción de la unidad nunca ha sido fácil. No lo fue ni siquiera el acuerdo de Junts pel Sí. Los partidos tradicionales se ven cómodos en su ecosistema. El reto de la Crida es tan grande como imprescindible. Sólo desde espacios compartidos evitaremos tensiones y rivalidades que hoy nos debilitan en el proyecto soberanista. La ambición de la Crida es la unidad. Es lo que a mí me la hace atractiva y lo que le da sentido. Es, estoy convencido, lo que la mayoría de personas valoran. Si no salimos adelante con la creación de unidad no saldremos adelante con el proyecto republicano.

¿Qué sentido tendrá esta iniciativa si los partidos prefieren concurrir a los comicios con sus propias siglas y no bajo un paraguas común?
Se lo diré al revés. Si los partidos ya hubieran acordado cooperar, sumar, ir juntos y dejar de mirarse todo el día de reojo, el proyecto de la Crida no tendría sentido porque ya no aportaría valor añadido. Sería innecesaria. Ojalá la unidad llegue y haga prescindible o innecesaria la Crida.

¿Cómo se explica la Crida en este contexto?
Venimos a sumar personas, no siglas. A cerrar filas y a plantear espacios de cooperación que nos permitan ser cada vez más fuertes.

Es como aquel que se empeña en jugar a la ruleta rusa cuando tiene en la mano las cartas ganadoras.

¿El mes de mayo habrá elecciones municipales y europeas, cree que todavía hay alguna posibilidad de conseguir listas de consenso?
Y tanto. Es cuestión de voluntad y de prioridades. Hasta abril tenemos tiempo. No las descartemos. Hay que ser pragmáticos, las listas imprescindibles de consenso las tenemos que hacer en aquellos municipios donde sea evidente que yendo juntos ganamos y yendo por separado tenemos un riesgo grande de no estar en la alcaldía. Barcelona es el paradigma. Ernest Maragall y Joaquim Forn en una única lista son hoy imbatibles. Y cuándo se sepan sus equipos, en especial los respectivos números dos, todavía más. No entiendo poner en riesgo la alcaldía de Barcelona. Es como aquel que se empeña en jugar a la ruleta rusa cuando tiene en la mano las cartas ganadoras.

Sería poco juicioso haber venido para sumar y contribuir a una mayor fragmentación

De momento hay cinco listas independentistas que optan al Ayuntamiento de Barcelona. ERC, PDeCAT, la de Jordi Graupera, la CUP y la del que era portavoz de la Crida Ferran Mascarell...
Todo se ressituarà. Sería poco juicioso haber venido para sumar y contribuir a una mayor fragmentación.

Ernest Maragall encabeza de lista de Esquerra y se habla del tándem Forn-Artadi para la de JxCat. Usted pide que se añadan a la candidatura de los republicanos. ¿Ha hablado con Junqueras de esta posibilidad? ¿Con Puigdemont?
En la prisión tenemos largas horas para hablar de muchas cosas y para escribir.

En las elecciones europeas, Junqueras encabeza la lista donde figura ERC... ¿Qué salida propone para encontrar un consenso?
El presidente Puigdemont se mostró dispuesto, en aras de la unidad, a ir de segundo. Bildú, socio de ERC, expresó que su opción primera era una gran coalición también en el País vasco. ¿Se imagina la potencia de una lista con todas las formaciones partidarias del autodeterminación de los pueblos, por los derechos y las libertades, bajo una misma bandera electoral? No me sé imaginar mejor propuesta.

Puigdemont no ha descartado participar si hubiera una lista unitaria...
La prueba que la apuesta de unidad es sincera.

Los partidos cuidan su ecosistema, donde sacrifican victorias colectivas para preservar determinadas comodidades

¿Le ha sorprendido la reacción de los partidos ante la propuesta de unidad de la Crida?
Lamentablemente no. Los partidos cuidan su ecosistema, donde se sienten cómodos y donde sacrifican victorias colectivas para preservar determinadas comodidades.

¿Le preocupa ver que a pesar de todo lo que está pasando se imponga todavía el discurso de los partidos por encima de las propuestas de consenso?
Sí, pero soy tozudo. En el 2015 ganamos Junts pel Sí, en enero del 2016 evitamos con la generosidad de Mas y la predisposición de Puigdemont que fuéramos a elecciones y el otoño del 2016 ganamos el compromiso de un referéndum, lo que vivimos el 1 de octubre, el momento más álgido en la confrontación con el Estado. En los tres casos los partidos iban a la suya y estaban confrontados, la persistencia que algunos tuvimos nos hizo avanzar hacia el acuerdo y la unidad. En política hay partida hasta el último segundo. Sin embargo hay que quererla jugar. Esta es la lección de lo que yo he vivido y la aplicaré hasta el final.

Hace falta resistencia, generosidad y sobre todo cultivar la aparición de nuevos liderazgos

El Estado ha conseguido decapitar a las fuerzas independentistas y cerrar a sus líderes en la prisión o en el exilio. ¿Qué solución hay ante esta situación?
Persistencia, generosidad y sobre todo cultivar la aparición de nuevos liderazgos. Tenemos personas muy potentes. No nos decapitarán todo el jardín.

¿Ha sido una buena estrategia por parte del Estado?
A corto plazo, sí. Ha sido una estrategia del Estado muy extrema, con desgaste y costes. Pero eficaz. Es evidente que en octubre el Estado se vio derrotado. El golpe fue tan violento como sorprendente, nos hizo daño y desorientó. Ahora bien, a medio plazo su estrategia tan radical le pasará factura y nos hará más fuertes a nosotros. Los tics autoritarios y la represión siempre pasan factura a quien los usa. Tenemos que confiar en nuestros valores democráticos y la fortaleza civil que tenemos.

El diálogo con el Estado lo tendremos que forzar. Si nos mantenemos firmes, lo ganaremos

¿Qué pueden hacer los partidos independentistas para sobreponerse?
Creer en la gente, escucharla. Pensar menos en el propio espacio y liderar con firmeza y responsabilidad. Buscando vías de diálogo y solución pero no renunciando a la confrontación democrática para ganar el diálogo. Es triste pero el diálogo con el Estado lo tendremos que forzar. Si nos mantenemos firmes, lo ganaremos.

De hecho, la prisión y el exilio parece que no ha hecho más que empeorar los recelos y diferencias entre los partidos...
No lo creo. En la prisión está Junqueres pero también Forn. En el exilio está Puigdemont pero también, Rovira. Quién haya querido buscar diferencias entre quien se marchó al exilio y quien se quedó en la prisión que antes piense lo que dice.

¿Cómo ve la relación entre Junqueras y Puigdemont?
Frustrada por los muros de la prisión y la distancia del exilio.

¿Y su relación con Junqueras dentro de la prisión?
Cordial y permanente. Nos conocemos de hace tiempo. Él sabe de mi apuesta por superar divisiones y yo sé de su liderazgo dentro de ERC.

¿Tiene capacidad para comunicarse con Puigdemont?
Sí, y tanto. Y lo hago. Por correspondencia y a través de personas que hacen de palomas mensajeras. A pesar de eso los muros y la distancia también se notan.

He conformado un equipo equilibrado en la Crida. Ayudará a estabilizar el espacio y garantizar crecimiento por todo el territorio

¿Qué papel quiere tener en la dirección de la Crida? Hay voces que cuestionan públicamente la capacidad de asumir un papel de liderazgo de una fuerza política desde la prisión o el exilio. ¿Qué piensa?
Opto a la presidencia desde la conciencia de que la prisión imposibilita un liderazgo efectivo, lo que requiere 24 horas sobre 24 sobre el terreno. He conformado un equipo que es equilibrado en muchos sentidos. Sensibilidades políticas, espacios de influencia, procedencias, género y edad, profesionales de la política y activistas o militantes que no lo son... Es un auténtico gobierno de la Crida que ayudará a estabilizar el espacio, y sobre todo a perfilar futuro y garantizar crecimiento por todo el territorio. Yo acompañaré y ayudaré en todo lo que me pidan y participaré en las decisiones que me requieran. Pero el liderazgo será de las 20 personas de la dirección.

Hay una falta de respeto personal e institucional hacia Torra por parte de algunos adversarios políticos que da vergüenza 

¿Cómo valora el trabajo del president de la Generalitat, Quim Torra?
El president Torra es de una gran honestidad y tiene la presidencia más difícil desde el restablecimiento el año 1977. Ningún otro de los seis presidentes anteriores desde 1977 -ni siquiera el president Tarradellas en plena transición-  tuvo un escenario tan políticamente convulso y excepcional como tiene el president Torra ni sufrieron la agresividad que recibe por una parte de la oposición. Hay una falta de respeto personal e institucional que da vergüenza por parte de algunos adversarios políticos. El Govern que preside gobierna a pesar de no tiene la mayoría cómoda en el Parlament. Y no elude problemas. Y los resuelve. E internacionalmente él solo, el president, está haciendo una tarea de gran valor.

El compromiso de Puigdemont es volver cuando sea investido, es un acto de gran valentía i  generosidad

¿Cree que se tendría que intentar investir a Carles Puigdemont a distancia?
Su compromiso es volver cuando sea investido. Seguro que su retorno ayudaría a resolver la crisis con el Estado. El compromiso de su retorno es un acto de gran valentía y sobre todo generosidad. ¿Cuántos no silbarían antes de comprometerse como él lo ha hecho? Lo que no se puede es negarle credibilidad y a la vez no permitir-lo.

El presidente del Parlament pide efectividad y no generar frustración cuando se le pregunta sobre la investidura de Puigdemont a distancia...
Vamos por partes. No hablemos de la investidura de Puigdemont si no se quiere, emplacémonos primero a tener un nuevo Reglamento del Parlament que ponga al día muchas procedimientos parlamentarios que responden al siglo XX y no al XXI.

Su nombre también aparece tras el proyecto político de Junts per la República. ¿Cuál es el objetivo de esta iniciativa?
Yo no he participado en ninguna reunión ni tan sólo he transmitido opinión a Junts per la República. Me he preferido concentrar en el impulso de la Crida. Es bueno especializarnos en ámbitos y no dispersar. Siempre he creído un error querer estar en todas las salsas. Hace falta asumir una responsabilidad, ir a fondo y confiar en el resto de personas con las que haces acción política.

¿Cómo hace frente al juicio?
Con ganas. Voy a hacerme escuchar. Tengo ganas después de 15 meses en la prisión. Y a denunciar las vulneraciones de derecho que el estado nos infringe.

¿Qué es lo que más le preocupa?
El hecho de no estar en libertad ya que limita en la práctica el derecho efectivo a la defensa.

¿Están coordinadas las defensas?
Absolutamente. Vamos a la una.

No renuncio a un juicio justo. Y si es justo sólo cabe la absolución

¿Qué respuesta tiene que haber desde Catalunya si finalmente hay una sentencias condenatorias? ¿Qué respuesta política y en la calle?
Batallaré por la absolución. No renuncio a un juicio justo. Y si es justo sólo cabe la absolución. Dicho esto, tendremos tiempo una vez acabe el juicio por imaginar el día después de las sentencias. Centrémonos ahora, sin embargo, en exigir la absolución.

La eficacia de la huelga de hambre para forzar el fin del desbloqueo del Constitucional fue total. Un buen precedente

¿Se plantea volver a poner en marcha la huelga de hambre en caso de que haya una sentencia condenatoria, o bien durante el juicio? ¿O descarta volver a utilizar este método de protesta?
Lamentablemente en la prisión no hay muchas posibilidades para ejercer el derecho a la protesta y la denuncia política. La huelga de hambre es una de las pocas. Ahora no está sobre la mesa. Estoy autocentrado en el juicio. Pero evidentemente yo no renuncio a ninguna vía de protesta. La eficacia de la huelga de hambre para forzar el fin del desbloqueo del Constitucional fue total. Un buen precedente.

Las condiciones para los presupuestos las puso el president Puigdemont: la mesa de partidos

¿Cree que habiendo presos y exiliados los partidos independentistas pueden negociar los presupuestos?
La cuestión es si hay condiciones para avanzar en la resolución política del conflicto. Los presos no podemos ser el centro de la solución política. Seremos una derivada. Los presupuestos no se tendrían que mezclar con la situación de los presos. Las condiciones para los presupuestos las puso el president Puigdemont: la mesa de partidos.