El presidente de lo Assemblea Nacional Catalana (ANC), Jordi Sànchez, encarcelado de manera preventiva a Soto del Real, en Madrid, por orden de la Audiencia Nacional ha enviado una carta manuscrita en el diario Ara en que afirma que "la próxima partida se juega el 21 de diciembre".

Sànchez, encarcelado al lado del presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, en el marco de una investigación contra ellos por un delito de sedición desde el 16 de octubre, destaca en la epístola "la habilidad" del gobierno español para convocar elecciones, no para que pueda salir "una victoria de los partidarios del 155", cosa que cree que "no "pasará", sino para "librarse" del artículo de la Constitución "en el mínimo tiempo posible, ante el miedo que su implantación se convirtiera en un Vietnam particular, sin violencia pero de imposible salida".

Por eso Sànchez invita a contribuir a las elecciones del 21-D y augura que el "precio" que pagarán Mariano Rajoy, Pedro Sánchez y Albert Rivera serán los "resultados favorables al independentismo" en unas elecciones "convocadas por ellos y con toda Europa y una parte del mundo pendiente de los resultados".

Sànchez repasa los últimos acontecimientos que han tenido lugar desde el 1 de octubre y afirma que el independentismo ha tenido "el Estado contra las cuerdas". Pero añade que el Estado "es fuerte", y admite que "quizás por algún error nuestro -no somos perfectos" ahora se los ha situado "en unas nuevas coordenadas que quizás algunos no esperaban tan pronto". Y admite que si bien la convocatoria del 21-D es "extraña", no tendría "que incomodar" el soberanismo. "Quizás lo tendríamos que haber jugado nosotros, da igual", reflexiona. "Sabemos que las urnas son el terreno de juego más favorable para demostrar que los partidarios de la República Catalana somos mayoría", afirma.

El 21-D "no es un mal escenario"

Por eso, el presidente del ANC opina que un nuevo episodio electoral "no es un mal escenario" para "proseguir" el camino hacia la "libertad nacional". Y en este sentido subraya que la "fortaleza" del independentismo ha sido "la gran capacidad de movilización" y la acción institucional desde el Parlament, el Govern y los ayuntamientos.

El presidente del ANC también hace reflexiones en torno a su estancia en la prisión de Soto del Real. "No hay prisión, carcelero, cerrojo o decisión judicial que pueda, si nosotros no volamos, privarnos de ser como somos, de pensar cómo pensamos y de amar la gente que amamos", asegura.

"Ser, pensar y amar son las expresiones más profundas de la libertad. Y aunque ya llevo unos cuantos días viviendo a Soto del Real en condición de preso, sigo siendo quien era, pensando lo que pensaba y amando a quien antes amaba", asegura.

Es esta misma libertad que ahora siento la que me hizo, tiempo atrás, asumir que la orden de prisión podría llegar. Sin haber cometido ningún delito, es cierto. Pero ya sabemos que para determinadas cosas el estado español no hilar fino. Y la libertad, tiempo atrás, me llevó a vencer el miedo y a no ser, ni pensar, ni estimar diferente, y por lo tanto a seguir desde la presidencia del ANC haciendo todo lo que estuviera a mi alcance para que, democráticamente y pacíficamente, mi país encontrara la libertad".