En el recorrido que está realizando por América Latina, donde ha ido a practicar montañismo, el exconseller Jordi Puigneró ha denunciado este jueves las 60.000 toneladas de plata que España sacó de las minas de potosí en la época colonial. "Ayer durante la visita a las minas del Cerro Rico de Potosí nos explicaron los datos desde la época colonial española: 8 millones de muertos (mayoritariamente indígenas esclavizados), 60.000 toneladas de plata fina con destino principal al Reino de España", ha señalado.

La historia de Potosí (en la actual Bolivia) ha configurado el imaginario castellano de la riqueza, con dichos e incluso referencias en El Quijote de Miguel de Cervantes. Todo empezó el 1 de abril de los 1545, cuando un grupo de españoles encabezados por el capitán Juan de Villarroel controlaron el Cerro Rico, después de confirmar el hallazgo de plata que había hecho un pastor quechua. Establecieron allí un poblado y empezó la explotación del yacimiento. La mano de obra eran indígenas sometidos al método de esclavitud denominado la mita, a instancias del virrey Francisco Álvarez de Toledo. A los indígenas se les hacía trabajar hasta 15 horas diarias, cavando túneles, y extrayendo el metal manualmente o a pico. Eran muy frecuentes las enfermedades, los hundimientos y otros accidentes, que ocasionaron la muerte, de miles de trabajadores. Las rebeliones eran frecuentes y ahogadas a sangre y fuego, sin contemplaciones. La producción de plata llegó al punto máximo en torno al año 1650, después de cien años de sacar material, y a partir de entonces empezó a agotarse.

Potosí fue la mina de plata mayor del mundo y se convirtió en una de las ciudades más pobladas del mundo, con 160.000 habitantes. Y, efectivamente, se calcula que 8 millones de personas murieron en la mina mientras estuvo abierta. La fama de la plata de Potosí entró en el imaginario castellano con la expresión "vale un potosí", que remarca que alguna cosa es muy valiosa. Miguel de Cervantes lo recoge en El Quijote con esta frase: "Si yo te tuviera que pagar [...] el tesoro de Venecia, las minas del Potosí serían poco para pagarte".

¿Qué pasó con las 60.000 toneladas de plata enviada a España?. Según explica el escritor uruguayo Eduardo Galeano a Las venas abiertas de America Latina, las riquezas ni siquiera se quedaban en España. La Corona española estaba tan hipotecada que "cedía por adelantado casi todos los cargamentos de plata a los banqueros alemanes, genoveses, flamencos y españoles" a los que debía dinero.