El presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, encarcelado en Lledoners, ha hecho un llamamiento a las fuerzas soberanistas a "no perder energías mirándose de reojo" y ha pedido "unidad desde la diversidad y la generosidad de los unos con los otros". En una entrevista con Efe, Cuixart ha dejado claro que Òmnium no entrará "nunca en cuestiones de listas ni de partidos", porque aspira a representar "todo el mundo", y no una "parte".

"Desde Òmnium estamos convencidos de que hemos de ser más, seguro, pero también más determinados y sobre todo muy coherentes entre aquello que se dice y aquello que se hace. El límite de la acción política no puede ser ni las amenazas de violencia por parte del Estado ni la prisión", ha reflexionado.

Cuixart considera que el "gran consenso" a la sociedad catalana está en torno a un referéndum "acordado, vinculante, tolerado o bajo el auspicio internacional", aunque "no podemos renunciar a nada, siempre que sea pacíficamente y democráticamente".

El virus de la violencia

Según Cuixart, hay una "voluntad descarada del Estado español para incubar el virus de la violencia en el seno de un movimiento que es y ha estado siempre pacífico", por lo que ha pedido al independentismo "seguir actuando con inteligencia y perseverancia".

Para Cuixart, "violencia es que una persona se lance desde un balcón porque la desahucian, o la lacra de los asesinatos machistas", o "el artículo 8 de la Constitución española, que reserva al ejército la preservación de la unidad de España," o también movilizar a 8.000 policías para venir a apalear población civil porque lleva una papeleta a la mano.

Diálogo sin renuncias

Sobre el diálogo relanzado entre el Govern de Quim Torra y el Ejecutivo de Pedro Sánchez ha dicho que el hecho que "hablen siempre es bueno, sólo faltaría". "Diálogo sin pedir renuncias a nadie, es lo que hemos defendido siempre. Estamos ante un conflicto político de magnitudes históricas, el más grave desde la muerte del dictador, y sólo avanzaremos y encontraremos soluciones desde la empatía y el coraje", ha destacado.

No obstante, el presidente de Òmnium ha considerado "una provocación en toda regla" el Consejo de Ministros celebrado en Barcelona el pasado 21 de diciembre, justo "un año después de las elecciones impuestas" por el artículo 155.

Sobre el recorrido y la profundidad que puede tener este diálogo entre gobiernos, ha indicado que los presos no son "moneda de cambio de nada", sino "palanca de transformación democrática". Por eso, "todo lo que sea bueno para Catalunya lo será para los presos, al revés no tengo ninguna certeza", ha añadido.

Frenar la extrema drecha

En un mensaje en determinados sectores de la izquierda, Cuixart ha insistido en la necesidad de frenar la extrema derecha "es una obligación de cualquier demócrata del Estado y todos tienen que asumir la responsabilidad que les toca, empezando por dejar de decir que el soberanismo ha hecho despertar el fascismo", una afirmación según su opinión "de una gravedad histórica, del todo execrable".

"Hoy todos somos víctimas del fascismo y la intolerancia. Combatirlo no admite negociaciones ni matices. El mensaje del 'No pasarán' es un grito universal contra el fascismo, para que no se vuelvan a repetir nunca más aquellos crímenes contra la humanidad y siempre defenderemos el derecho a decidirlo todo, de todo el mundo," ha recalcado.