Hace tres semanas que le están sometiendo a pruebas. Joaquim Forn, el conseller de Interior, ha contraído tuberculosis. Ha dado positivo en la prueba de la tuberculina en los protocolos que se realizan habitualmente en la cárcel, pero no ha desarrollado la enfermedad.

Forn está preso desde el 2 de noviembre en la cárcel de Estremera, donde se le detectó la enfermedad. Ahora ha iniciado un tratamiento de 3 meses de medicación que le provocará algunos efectos secundarios. Es una medicación fuerte, que toman también otros reclusos. De hecho, una parte de la población de internos en el centro penitenciario o tiene sida o da positivo en tuberculina.

Hace unas semanas la dirección de la cárcel decidió separar a Joaquim Forn del vicepresidente Oriol Junqueras. Ambos compartían celda desde que en diciembre el juez dejó en libertad provisional al resto de consellers que fueron encarcelados. Hasta ese momento, Forn había estado con Raül Romeva.

Prácticamente al mismo tiempo, Forn tramitó un nuevo escrito de petición de libertad provisional en el que argumentaba motivos personales, sin ir más allá. Y sin desvelar cuáles eran esos motivos. Fuentes cercanas a la familia explican a El Nacional que parte de los argumentos de la petición de libertad ya eran por el positivo en tuberculina, pero el abogado de Forn no quiso hacerlo público, porque como el conseller, muchos presos están en la misma situación, y ello no era motivo suficiente para alegar la libertad provisional. De hecho, en el recurso, se apuntaba la enfermedad como algo más, no como motivo principal.