Me presento porque tengo derecho a hacerlo. A punto de ser trasladado a Madrid para empezar el juicio, Joaquim Forn ha dado el paso. Y uno de los argumentos de fuerza que esgrime en la carta con la que a primera hora de esta mañana acaba de hacer pública su candidatura a la alcaldía es que "tengo Barcelona en la cabeza y en el corazón, la conozco y la he pisado de arriba a abajo. 

A través de un escrito de dos páginas "pensadas durante mucho timepo en la celda" de Lledoners, donde precisamente ayer se reunió con su rival electoral, Ernest Maragall, el exconseller reivindica su experiencia en el Ayuntamiento, donde entró como concejal hace ya veinte años. Forn explica que quiere ser el "motor de cambio" de la deriva que la ciudad ha emprendido los últimos cuatro años de gobierno de Colau para "dar continuïdad al proyecto Trias", con quien fue primer teniente de la alcaldía durante los únicos cuatro años que los convergentes han mandado en la capital catalana. Ahora, y tras semanas de reuniones de trabajo en la prisión con representantes de todo el abanico JxCAT-Crida-PDeCAT, encabezará un proyecto más amplio, integrador y de consenso. 

Forn apuesta por el pragmatismo y deja claro que "sé distinguir entre teoría y práctica, entre discursos y realidad". Y huye de los extremos porque "Barcelona no es amiga de sectarismos de ninguna clase". 

A lo largo de los próximos días y semanas, dice, irán acabando de definir los nombres de la candidatura, para la cual ya avanza que cuenta con la ganadra de las primarias de Barcelona del PDeCAT, Neus Munté. Según explican fuentes próximas a la todavía consellera Elsa Artadi, el anuncio oficial sobre si será ella quien haga tique con Forn como número dos, no llegará de momento está semana.También queda por cerrar si Ferran Mascarell se acaba integrando en la lista. 

Reivindica su inocencia

Hace más de 14 meses que el exconseller está en prisión preventiva. Y también ésta es una de las razones que le han empujado a presentarse, "porque no hacerlo, y dar por hecho que me quitarán mis derechos políticos, junto con la libertad, sería aceptar y dar por buenas las razones que de los que han construido artificiosamente la narrativa que me mantiene preventivamente en prisión". Forn aprovecha para defender una vez más su inocencia y reconoce que "estar encerrado no es ninguna ventaja" a la hora de hacer campanya, pero "sería deshonesto conmigo mismo y con mi ciudad si aceptara que eso es suficiente para resquebrajar" la candidatura.