Promesa electoral de alto calibre. El alcaldable del PSC, Jaume Collboni, ha augurado este domingo que, en caso de no ganar las elecciones municipales 2023, que se celebran el próximo 28 de mayo, no formará parte del ejecutivo local. "Quien gana, gana", ha dicho en una entrevista en Europa Press. "Tiene que hacer posible y viable el gobierno que plantee, y el que pierda se va a la oposición". Unas palabras, pues, que evidencian su voluntad de evitar coaliciones como la que se ha dejado ver este año en la capital catalana, formada por BComú y el PSC --si bien ninguna de las dos formaciones había sido la ganadora en los comicios-.

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Con esta valoración, Collboni ha dejado claro que plantea las elecciones con el único objetivo de ganarlas. O caja o faja. Una perspectiva lo bastante suculenta, porque una victoria socialista en la capital catalana supondría "la consolidación de un cambio político de fondo a Catalunya hacia la normalización institucional". No es la primera vez que el PSC y el PSOE se vanaglorian de haber puesto el procés independentista en el congelador, y esta es una de las propuestas centrales del espacio político de cara a los comicios.

Ahora bien, existe una figura que puede torpedear este planteamiento: Xavier Trias. Si el exalcalde y candidato de Junts gana las elecciones, habría el "riesgo" de que se abrieran "nuevas etapas del procés que felizmente todos hemos superado", cree Collboni. Con respecto a la alcaldesa Ada Colau, el socialista afirma sin dudas que su ciclo político "es evidente que se ha agotado", y por eso se reivindica como la alternativa a dos opciones que han liderado el gobierno municipal de Barcelona. Collboni ha prometido también que no investirá ni a Trias ni a Colau.

Promesas electorales concretas

En la entrevista, el alcaldable del PSC también ha compartido un puñado de promesas electorales concretas sobre cómo prevé que sea una Barcelona socialista. Así, aumentará en 100 hectáreas el verde urbano antes de 2030 "de una manera que no afecte a la movilidad", un proyecto que se articulará convirtiendo en jardines 30 interiores de manzana, intensificando el arbolado en la ciudad, y habilitando nuevas zonas verdes. Collboni ve necesario pacificar las calles, pero cree que el número de coches que circulan cada día por el Eixample ya se reduce "de forma natural", y por lo tanto cree que acumular una multitud de obras a la vez --como pasa actualmente con los ejes verdes de las calles Rocafort, Consell de Cent, Comte Borrell y Girona-- supone "un problema para la movilidad". En materia de vivienda, el socialista ha aprovechado la ocasión para celebrar la aprobación de la nueva ley de vivienda española, que permitirá limitar los precios de los alquileres a Barcelona, y ha defendido un plan para que el pequeño propietario ceda su piso al Ayuntamiento: el consistorio lo alquilará por 500 euros y añadirá la diferencia respecto del precio del mercado, en un programa que podría sumar un millar de inmuebles al parque público. Collboni también ha prometido poner en marcha una estrategia para que vuelvan las empresas que cambiaron de sede por el procés, y se ha erigido en la opción electoral para que Barcelona "vuelva a jugar a la primera liga de las capitales económicas del país".