El president en el exilio, Carles Puigdemont, ha reaccionado con ironía a la decisión del Tribunal Supremo de abrir una causa contra él y Ruben Wagensberg (ERC) por terrorismo por los hechos de Tsunami Democràtic. En una publicación en X (antes, Twitter), Puigdemont ha cargado contra el "Matrix judicial español" y los señala por "haber adaptado la máxima del mal periodismo": "No dejes que la realidad estropee una buena imputación". El también eurodiputado de Junts ha subrayado que esta imputación se materializa el mismo día que se ha publicado una información donde lo acusan de haber recibido "un regalo de un Rolex de 7.000 euros" de la empresa encargada de organizar los actos de Tsunami, hecho sobre el cual ya ha alertado de su falsedad. "Creo que ya solo falta que me salga una cuenta secreta en Panamá", ha apuntado con sarcasmo.

En la resolución, el Tribunal Supremo argumenta la decisión de investigar al president en el exilio por el delito de terrorismo porque ve "indicios de la participación" de Puigdemont en Tsunami por el hecho de que "estuvo informado" de la constitución de esta plataforma como "grupo organizado para la subversión del orden constitucional y desestabilización grave de las instituciones democráticas". Esta tesis del alto tribunal se extiende para Wagensberg, a quien también han imputado por el mismo delito. En relación con los otros diez investigados por terrorismo, el Supremo ha decidido devolverlos al juez de la Audiencia Nacional, Manuel García-Castellón.

En la publicación que el president Puigdemont ha hecho en su perfil de X sobre esta imputación, hacía alusión a una información publicada por el diario El Confidencial este jueves, en el que lo acusaban de haber recibido un reloj Rolex valorado en 7.000 euros. Sobre esta cuestión, el eurodiputado ha manifestado unas horas antes que el medio ya "había sido condenado dos veces por mentir en supuestas 'informaciones'" que lo acusaban "falsamente de percibir dinero destinado a la covid o desviado de una ONG que recibía subvenciones públicas". "Ahora serán condenados una tercera vez", vaticinaba el president en el exilio.

"El Guantánamo de la justicia europea"

Las reacciones de otros políticos no se han hecho esperar. En el caso de Junts, el presidente del consejo nacional, Josep Rull, ha arremetido contra la Sala Segunda del Tribunal Supremo, que la ha bautizado como el "Guantánamo de la justicia europea". La presidenta del partido, Laura Borràs, ha lamentado que "van a por todas" contra Puigdemont y que "no renuncian a perseguirle sea como sea", y en este sentido ha asegurado que ellos tampoco renuncian "a nada".

El president de la Generalitat, Pere Aragonès, ha trasladado "todo el apoyo" a Puigdemont y a Wagensberg, y ha denunciado que el movimiento del Supremo supone "cruzar todos los límites inimaginables". El jefe del Ejecutivo ha afirmado que no se puede normalizar que la justicia española "le haga el juego a la derecha y la extrema derecha". Desde la CUP, el secretario tercero de la Mesa del Parlament, Carles Riera, ha trasladado su "solidaridad y apoyo" a Carles Puigdemont y Ruben Wagensberg ante las "infundadas e injustas acusaciones de terrorismo". "La resistencia y la lucha son las mejores respuestas a la represión", ha manifestado el cupaire.

El líder de Òmnium, Xavier Antich, ha denunciado que "el poder judicial está podrido de pura cepa y actúa como un agente político", y ha considerado que la decisión del Supremo "confirma la obsesión persecutoria del estado hacia el independentismo". "Protestar es un derecho y estamos determinados a defenderlo", aseveró.