Las negociaciones entre el PSOE y Unidas Podemos no son un obstáculo para Pedro Sánchez. Durante el debate de investidura, este lunes por la tarde en el Congreso de los Diputados, el candidato socialista ha vuelto a insistir en lo mismo que los últimos tres meses: el PP y Ciudadans se tienen que abstener en la votación de investidura para hacer que la conformación del Gobierno "no dependa de las formaciones independentistas".

Lo ha hecho inicialmente, y más brevemente, durante su discurso ante la cámara para pedir su confianza, pero lo ha vuelto a hacer con más insistencia en su réplica a Pablo Casado. "Tienen que escoger si quieren que haya estabilidad o elecciones. Tienen que mojarse", le ha dicho Sánchez a Casado. "Si no quiere que dependa de las fuerzas independentistas, y quiere ser el líder de la oposición, le tengo que dar una mala noticia: debe abstenerse", ha añadido. El mismo mensaje ha dirigido a Albert Rivera.

"Sus votantes y el país le está pidiendo que se abstenga para no depender de fuerzas que van en contra de la Constitución y la integridad territorial", ha insistido el dirigente socialista. Y lo ha hecho incluso recordando que unas hipotéticas elecciones vendrían después de la sentencia del 1-O y del plazo del Brexit, con un gobierno en funciones. "Un partido como el suyo debe hacer un servicio a España", ha sostenido. Sin embargo, se ha encontrado la puerta cerrada de Pablo Casado.

Por otra parte, el candidato socialista ha reprochado a los populares que utilicen Catalunya para esconder sus problemas internos, y también su responsabilidad en la magnitud del conflicto catalán. "¿Ustedes no tienen nada que ver con lo que ha ocurrido en Catalunya en los últimos siete años?", les ha preguntado. En este sentido, ha recordado que el "problema de origen" está en un Estatut que fue refrendado por el pueblo catalán y recurrido por el PP. También ha subrayado que el PSOE cerró filas con el PP con la aplicación del 155 "en la mayor crisis" que ha vivido España. Ahora le pide "reciprocidad" para afrontar un problema que "lógicamente es político".

Como en su discurso de investidura, donde ha pasado de puntillas por encima de la cuestión catalana, Sánchez ha defendido que la única manera de resolver esta crisis territorial es "responder proponiendo un proyecto de regeneración" de que sea capaz de atraer a los catalanes desencantados.