El Ayuntamiento de Barcelona continúa decidido a demostrar que el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) no tiene los permisos pertinentes para acoger internos y a ampararse en esta cuestión para impedir que continúe activo. 

Inspectores del Ayuntamiento de Barcelona han intentado este mediodía inspeccionar el CIE para comprobar si está en funcionamiento pero no les han permitido el acceso. Por este motivo han levantado acta.

El Ayuntamiento de Barcelona considera que el CIE de la Zona Franca requiere licencia de actividades y ha ordenado el cese de actividades. Por el contrario, el ministerio del Interior, que es el titular, considera que este tipo de centros no requieren de esta licencia. Por eso, la semana pasada lo reabrió después de realizar varias obras de mejora.

Fuentes policiales han indicado que en el CIE no hay en estos momentos ningún interno, pero que el acceso a las instalaciones sólo está permitido a personas autorizadas y los inspectores del ayuntamiento no lo son.

El teniente de alcalde de derechos de la Ciudadanía, Jaume Asens, ha alertado, a través de su cuenta en Twitter que se había impedido a los técnicos municipales la inspección del CIE.

 

Según fuentes municipales, para poder pedir al juzgado de primera instancia el precinto del centro son necesarios dos intentos fallidos de inspección. El Ayuntamiento de Barcelona, según estas fuentes, volverá a enviar a los técnicos para comprobar si en su interior se lleva a cabo la actividad prohibida.