El juez del Tribunal Supremo, Pablo Llarena, ha encargado varios informes a la Guardia Civil que sirven para contrastar la participación de los miembros del Govern en la preparación del referéndum y la proclamación de la república y que puedan servir para imputar otros implicados en los hechos. Sobre estos informes se basa la investigación a los cargos que ocupan el "comité estratégico".
Pero la mayoría, si no todos, ya están hechos y forman parte del sumario del juez de instrucción número 13 de Barcelona. Llarena reclama, de hecho, parte de este sumario. El magistrado quiere ver las actas de los registros y la "documentación requisada que se entienda directamente relacionada con un eventual concierto para declarar la independencia de Catalunya". Y en este sentido, los registros en casa y el despacho de Josep Mª Jové son claves, ya que él era el cerebro del referéndum y despachaba habitualmente con su jefe en el Departament de Vicepresidència, Oriol Junqueras, y con su jefa en el partido, la secretaria general de ERC, Marta Rovira. Un hecho habitual y sabido que ahora toma una nueva dimensión y que podría servir de prueba de cargo para las nuevas imputaciones.
Entre el material que recibirá Pablo Llarena los próximos días hay dos notas de Jové que se encontraron en su despacho y que hablan abiertamente de la movilización ciudadana y de cómo burlar la acción de la justicia para sacar adelante el referéndum. La nota apunta una de las muchas opciones que se hablaron para conseguir tener urnas.
Jové buscaba mantener viva la calle, la ilusión de los ciudadanos por sacar adelante el referéndum y evitar la desmotivación que podía provocar dar una fecha para el referéndum que se hiciera esperar demasiado, como acabó pasando.
Pero al margen de las notas en el despacho de Jové, están las agendas Moleskine. Son dos agendas donde la mano derecha de Oriol Junqueras anotaba las reuniones con los miembros del Govern y que la policía encontró en una habitación de su casa en el registro del 20 de septiembre. En el acta del registro, las agendas forman parte del "indicio 8" junto con un cuaderno con la inscripción "Junta de gobierno" y el informe Enfocats.
El juez del Supremo también pide los correos electrónicos, mensajes o "cualquier acto de comunicación con el que se pueda contar" y "elementos objetivos que puedan existir y que permitan evaluar si cada uno de los investigados ha tenido alguna intervención en la estrategia" que recoge el documento Enfocats y que tenía que sacar adelante al "Comité Estratégico".
En el informe que hace la Guardia Civil a partir de las escuchas telefónicas a Josep Mª Jové aparecen conversaciones banales con Marta Rovira. Estas conversaciones, sin embargo, podrían acabar sirviendo de base para la imputación. En las llamadas también aparecen uno de los hombres fuertes del vicepresident, Raúl Murcia Tobalo, y el jefe de gabinete de Marta Rovira, Jordi Bacardit. Todos aparecen en conversaciones con el conseller Toni Comín cuando buscaban locales alternativos, como los centros de salud, para votar en los municipios donde los ayuntamientos se habían cerrado a colaborar, uno de ellos el de Barcelona. Por eso también constan conversaciones entre Marta Rovira y el concejal Jaume Asens negociando la cesión de algunos locales.