El informe sobre el presunto caso de acoso sexual que se registró en el departamento de Exteriors concluye, según ha podido saber ElNacional.cat, que tanto el entonces conseller Alfred Bosch como su secretaria general, Mercè Salvat, eran conocedores de los hechos pero incumplieron con su deber de activar el protocolo para la protección efectiva de las presuntas víctimas, lo cual vulneraría los principios éticos y reglas de conducta de los altos cargos establecidos por el Govern.

El presunto acoso sexual, del cual se acusó al entonces jefe de gabinete del conseller, Carles Garcias Hernández, y que provocó el cese de Bosch el pasado 9 de marzo, fue también conocido e investigado por un alto cargo del vicepresident Pere Aragonès, Lluís Juncà, según se señala en el informe.

Las conclusiones de la investigación de la Dirección General de Función Pública estarán expuestas mañana en el Consell Executiu el cual tendrá que decidir si incoa un expediente sancionador contra Bosch y Salvat, tal como se plantea en el documento final.

Reunión Consejo ejecutivo Jordi Bedmar

El Consejo Ejecutivo analizará mañana el informe con las conclusiones sobre el caso de acoso en Exteriors / Jordi Bedmar

Acusaciones no desmentidas

Los datos recogidos en el informe avalarían que Carles Garcias, mientras ocupaba el cargo de jefe de gabinete, habría podido protagonizar conductas constitutivas de acoso sexual contra trabajadoras del departamento, dado que no han sido desmentidas por ninguna de las personas a quienes se ha requerido información. Asimismo, confirmarían que el conseller Bosch y la secretaria general del departamento, Mercè Salvat, tuvieron conocimiento de esta situación y contactaron con trabajadoras de la conselleria pero no activaron los protocolos correspondientes.

En relación a la intervención del alto cargo de vicepresidencia, el informe asegura que Juncà habría abierto una "investigación informal" que se habría hecho también al margen del protocolo vigente del Govern para la investigación de estas situaciones. En relación con este tema, se señala que, una vez consultados por la Inspección, Salvat y Juncà no han desmentido esta información, pero tampoco han dado respuesta a los requerimientos que se les han dirigido.

No se activan los protocolos

La investigación denuncia que no se activaron los protocolos correspondientes en materia de prevención, detección y resolución de situaciones de acoso sexual de la Dirección General de Función Pública y de la conselleria de Exteriors.

Ante estas constataciones, el informe concluye que al ser conocedores de los hechos y omitir el deber de activar el protocolo para la protección efectiva de las presuntas víctimas, Bosch y su secretaria general, vulneraron los "principios éticos y reglas de conducta de los altos cargos" del Govern, por lo cual se considera que hay indicios suficientes para la incoación de un procedimiento sancionador por parte del ejecutivo.

Cuanto al exjefe de gabinete, responsable de estas actuaciones, a pesar de admitir que su conducta podría constituir un delito de acoso sexual, que están tipificadas como falta disciplinaria muy grave o grave, no se le pueden exigir responsabilidades disciplinarias dado que fue cesado y, por lo tanto, sólo se le podrían exigir estas responsabilidades en caso de que adquiriera la condición de funcionario o de eventual.

Una vez expuesto el informe, que fue encargado por el president Quim Torra, el Govern dispondrá de unas semanas para decidir si incoa los expedientes que se proponen.

Bosch abandonó la Conselleria de Exteriors el pasado 9 de marzo, cuando trascendió la noticia del cese del su jefe de gabinete por presunto acoso sexual. El entonces conseller admitió que no había dado respuesta a esta situación ni bastante bien ni lo bastante rápido".