Una vez más, el independentismo se ha vuelto a reunir este jueves a las puertas del Tribunal Supremo, a la espera de la decisión del juez Pablo Llarena sobre la petición para salir de prisión del candidato de Junts per Catalunya, Joaquim Forn; el dirigente de Òmnium, Jordi Cuixart, y el de la ANC y diputado de JxCat, Jordi Sànchez. El clamor por su libertad ha sido unánime, aunque que con mayor o menor esperanza después de los precedentes fallidos, a la vez que los dirigentes próximos al PDeCAT han insistido sobre la restitución del Govern "legítimo" sin incurrir en repetición de elecciones, una máxima compartida por ERC.

Por el lado de ERC, el portavoz en el Congreso, Joan Tardà, ha recordado el caso de Oriol Junqueras, quien no recibió la autorización de la Sala de lo Penal para salir de prisión. "Hay una decisión de convertir a los presos en rehenes; lo vimos con Junqueras, pero no descarrilaremos", ha denunciado el republicano. "Estamos sufriendo, pero seguiremos", ha reconocido después. Al margen de esa circunstancia, el republicano ha asegurado que se formaría gobierno en Catalunya, ya que si no, sería "un suicidio" para el independentismo, tras las dificultades de la campaña electoral y la aplicación del 155.

Asimismo, la dirigente del PDeCAT Marta Pascal ha señalado la "injusticia" sobre la situación de cárcel preventiva y provisional, aunque ha reconocido "esperanza" por la decisión del juez. Cuanto al debate sobre la investidura, Pascal ha insistido en la voluntad de Carles Puigdemont sobre restituir al ejecutivo previo a la aplicación del artículo 155, i ha aclarado que, en caso contrario, de momento no se está hablando de un escenario de elecciones; también ha apelado a ampliar la base independentista. Las declaraciones llegan después de que Puigdemont y Marta Rovira se encontraran en Bruselas para cerrar un acuerdo sobre la Mesa del Parlament.

Desde Òmnium, Marcel Mauri ha hecho una defensa clara de los dirigentes sociales —en concreto, de Cuixart— y los hechos de la Conselleria, que derivaron en presunto delito de sedición, por el cual también se acusa a ambos. "Entendemos que la situación de Cuixart es diferente porque no es un cargo electo, pero tampoco entendemos la situación de prisión de nadie", ha dicho Mauri, quien más tarde ha apelado al talante de Òmnium. "Somos una entidad pacífica, democrática, que siempre ha defendido así sus planteamientos y hoy lo reiteraremos", ha zanjado.

En la misma línea se ha pronunciado Antoni Castellà, de Demòcrates, sobre los Jordis: "Son personas honestas que tendrían que estar en libertad. Yo estuve hasta las 12.00 h de la noche delante de la conselleria y se pidió a la gente que se marchara a su casa", ha recordado.

Al margen de los que se han pronunciado públicamente, también han acompañado a los Jordis y Forn otras personalidades de ERC, como los diputados Ester Capella, Teresa Jordà, Jordi Salvador, Joan Capdevila, Xavier Eritja y Joan Olòriz, y los senadores Mirella Cortès, Bernat Picornell, Quim Ayats, Laura Castel, Josep Rufà, Elisenda Pérez y Anna Azamar. Desde el PDeCAT también había senadores y diputados, como Josep Lluís Cleries.