Si la semana pasada fue Isabel Díaz Ayuso quien se levantó de su silla en la Conferencia de Presidentes para no escuchar discursos pronunciados en catalán o en vasco, esta vez ha sido Alfonso Serrano, el secretario general del PP de Madrid, quien ha provocado que fueran los independentistas quienes abandonaran sus escaños en el Senado. El senador popular ha pronunciado una arenga totalmente catalanófoba cargada de clichés y habituales falsedades sobre estos idiomas y la inmersión lingüística. "No aceptaremos lecciones de los que quieren hacer oficiales sus lenguas mientras invisibilizan y persiguen el castellano en sus comunidades autónomas", ha dicho, además de asegurar que los catalanohablantes hacen igual que hacían los españoles durante el franquismo y "ahora hay familias a las que se aísla por hablar castellano en la escuela".

 

Serrano ha tachado al PSOE de "hipócrita" por dar apoyo a esta iniciativa de los partidos independentistas, y ha calificado de "ridículo" que "veinte españoles en una reunión tengan que utilizar pinganillo para entenderse entre ellos". Al principio de la legislatura, el independentismo consiguió a través de un acuerdo con el PSOE que se reformara el reglamento del Congreso de los Diputados para que se puedan utilizar con plena normalidad el catalán, el vasco y el gallego. En el Senado, sin embargo, hay una mayoría absoluta del PP, de modo que esta reforma no se ha podido sacar nunca adelante.

Los insultos de Serrano han provocado la indignación de los senadores independentistas. El grupo de Junts per Catalunya ha sido el primero en levantarse de sus escaños. El líder de este grupo parlamentario, Eduard Pujol, se ha picado la mejilla mientras miraba al parlamentario del PP como para decir "qué cara". Después también se han levantado para abandonar el hemiciclo senadores de Esquerra Republicana, Bildu y PNV.

La mayoría absoluta del PP tumba la normalización del catalán en el Senado

Durante el Pleno de este miércoles, la mayoría absoluta del PP en el Senado ha tumbado la iniciativa conjunta de ERC, Bildu, PNV, Junts, BNG y senadores del grupo de Izquierda Confederal para intentar extender el uso de las lenguas cooficiales con el castellano en todos los debates y textos de la cámara alta, como ya pasa en el Congreso. En concreto, habían presentado una propuesta alternativa a la reforma del Reglamento impulsada por el PP, por lo que esta iniciativa sobre las lenguas cooficiales ha decaído en el momento en el que se ha tomado en consideración la propuesta del PP.

En la actualidad, el uso de las lenguas cooficiales con el castellano en el Senado está limitado a los debates de las mociones en el Pleno, la Comisión General de las comunidades autónomas y la presentación de algunos textos escritos. En la legislatura pasada, en la que el PSOE sumaba mayoría con varios aliados, los socialistas secundaron admitir a trámite una propuesta de Junts de reforma del Reglamento para universalizar el uso de estas lenguas en el Senado.

No obstante, los socialistas realizaron varias ampliaciones del periodo de enmiendas a esta propuesta, dilatando su tramitación en el Senado sin que finalmente se llevara a cabo. En este contexto, el adelanto electoral y la disolución de las Cortes provocaron que esta propuesta para extender el uso de las lenguas cooficiales con el castellano quedara sin efecto.