La imagen de desbarajuste que da la crisis del coronavirus en Madrid ha llegado hoy al palacio del Elíseo, sede de la presidencia francesa en París, y de la forma más explícita. El presidente francés, Emmanuel Macron, se ha negado a dar la mano al rey Felipe VI, y en vez de eso lo ha saludado con una posición extraña juntando las manos e inclinándose, como si estuviera ante un marajá indú.

Macron tampoco ha querido saludar a la reina Letizia y le ha hecho un gesto con las dos manos, a un metro de distancia. La mujer de Macron ha actuado de la misma manera.

La televisión rusa RT ha captado el momento y lo ha destacado.