El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, ha salido a por todas en el acto final de los comuns para las elecciones del 14-F. Más centrado en la guerra de declaraciones con algunos compañeros de gobierno que en los comicios catalanes, el líder de Podemos no ha estado de reafirmarse en denunciar que hay "anomalías democráticas" en el Estado español.

"La verdad tiene un efecto demoledor. Simplemente decir cosas que son ciertas moviliza a buena parte de los defensores del privilegio, de la mintiera, de los que hacen apología de la mentira y atacan la verdad de una manera chillona. Así que seguimos diciendo verdades", ha lanzado.

 

Iglesias ha hecho estas declaraciones después de que varias ministras del PSOE, compañeras suyas de gobierno, lo hayan corregido defendiendo la democracia española, como es el caso de la vicepresidenta Carmen Calvo, la ministra de Defensa, Margarita Robles, la ministra de Exteriores, Arancha González Laya, o el mismo presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Además, los líderes de la derecha española también lo criticaron e, incluso, el líder del PP, Pablo Casado, pidió su cese.

Así pues, Iglesias ha enumerado todas las "anomalías democráticas" que hay en el Estado para defender su posicionamiento crítico. "Tener una exjefe de Estado que presuntamente ha evadido impuestos, que presuntamente se enriqueció con comisiones y que está en los Emiratos Árabes Unidos no permite hablar de plena normalidad democrática", ha reivindicado.

Lo mismo ha hecho con el bloqueo de la renovación de la cúpula judicial, el inminente encarcelamiento de Pablo Hasél, el encarcelamiento de otros raperos, titiriteros y tuiteros, el control de la banca sobre los grandes medios de comunicación, la corrupción del PP, la judicialización del procés independentista catalán, las fosas con miles de republicanos, la presión de expresidentes del Gobierno a la justicia argentina para que no juzgue a Martín Villa por los crímenes franquistas, la presencia de expresidentes en consejos de administración de empresas energéticas y la entrada de la extrema derecha con el aval del "liberalismo y el conservadurismo español".

Albiach, centrada en JxCat

Por su parte, la candidata al 14-F, Jéssica Albiach, ha presentado las elecciones como un plebiscito entre "el desgobierno y la repetición electoral" o bien un Gobierno "transversal y de izquierdas". "Son un plebiscito entre el desgobierno que es la repetición electoral o la presidencia con Laura Borràs o Joan Canadell y un Gobierno transversal, de izquierdas, que dé salida social a la crisis y una mesa de diálogo que es una oportunidad histórica", ha avisado.

El último día de campaña electoral Albiach ha dicho que "obviamente" que quieren formar parte del ejecutivo porque si no se hubieran presentado a las elecciones. "No hemos venido a hacer la rabieta, a ser a la oposición y a ser puristas", ha subrayado justificando así su entrega al PSC, a pesar de la proximidad de este partido con los poderes económicos y su rechazo a políticas sociales como la regulación de los alquileres.