La posibilidad de que el resultado de los elecciones del 20 de diciembre se repita para las elecciones del 26 de junio podría situar al PSOE en el dilema de volver a ser clave para la gobernabilidad. En este escenario, las alianzas postelectorales con Podemos podrían volver encima de la mesa , y los de Pablo Iglesias han empezado a hacer gestos de reconciliación con Ferraz. Iglesias ha indicado que se equivocó y ha atribuido el hecho al "calor del debate" de la investidura, cuando hizo referencia a los tiempos de la guerra sucia contra ETA, inculpando el expresidente Felipe González por "la cal viva" del GAL.

Con las elecciones a la vuelta de la esquina, Podemos está dispuesto a rebajar el tono, de forma que el electorado no lo penalice. Sin embargo, quiere efectuarlo sin hacer excesos que lo sitúen ante la incredulidad de las bases. El cabeza de lista de la formación morada ha explicado que seguiría con la mano tendida a los socialistas, después de las elecciones. "Entiendo que la segunda fuerza política tenga legitimidad para reclamar esta posición", ha indicado, en relación con que el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, pueda pedirse la vicepresidencia de un gobierno presidido por él.

Hasta que eso llegue, su socio de viaje será otro. En Podemos ya tienen la mirada puesta en cómo maximizar sus resultados con Izquierda Unida (IU), y el secretario general de los podemitas ha explicado que se veía construyendo un país con Alberto Garzón, el cabeza de lista d'IU. En este sentido, no ha evitado criticar al excordinador federal del partido, Gaspar Llamazares, comentando que ya formaba parte del pasado. 

"Yo deseo el acuerdo y me estoy esforzando mucho para que sea posible", ha remarcado Iglesias, aunque ha evitado ofrecer detalles sobre la negociación que están liderando los secretarios de organización de Podemos e IU, Pablo Echenique y Adolfo Barrena, respectivamente. "Hay que dejarlos trabajar", ha solicitado, aunque ha afirmado que, en su opinión, "tanto la gente de IU como la de Podemos quiere mayoritariamente un acuerdo de progreso". Como ha comentado, la cuestión de las listas o las siglas podrían generar más conflicto que los programas.