"Sería horroroso que la vía canadiense quedara fuera del debate" que celebrará el PSC en el congreso de noviembre. Bajo esta premisa, el líder del PSC, Miquel Iceta, se ha mostrado partidario en una entrevista en la ACN de hablar sobre todas las cuestiones a fin de que el resultado sea "cómodo para todo el mundo". "Me opondría radicalmente a que hubiera cosas que quedaran fuera del debate", ha aclarado.

Mientras tanto, por su lado, quien hasta ayer era miembro de la ejecutiva de los socialistas catalanes y exprimer secretario del partido, Pere Navarro, ha rechazado de pleno en Europa Press que la formación incluya esta vía y ha pedido que el congreso se centre exclusivamente en la reforma federal.

Contradiciéndose completamente, Iceta ha abogado por la vía canadiense porque en caso de que la "vía buena" fracase, es una alternativa posible, pero, para Navarro, eso no entra dentro de sus planes: "Nosotros tenemos un proyecto, que es la reforma de la Constitución y no tiene plan B".

Reforma constitucional

El actual líder del PSC ha insistido en que la vía canadiense sólo sería la última opción si su apuesta de la reforma constitucional no acaba prosperando, pero para Navarro sólo hay una solución, que es la negociación con el Estado de la vía federal.

Sin embargo, fue él quien en 2012 defendió la celebración en Catalunya de un referéndum como el de Escocia porque había nacido fruto de las negociaciones entre el gobierno británico el escocés. Ahora bien. Esta consulta que defendía entonces tampoco no tenía que ver con la independencia de Catalunya.

Precisamente por eso, el exlíder socialista se ha lamentado de que esta apuesta que hizo ahora hace seis años le costó ser el socialista del "derecho a decidir", hecho que ya originó algunas controversias con los socialistas españoles. "Estos referéndums de 'sí' o 'no' o blanco y negro, de 51% y 49%, no solucionan el problema [...]. No es la solución, sino la manera de que los políticos se sacudan las responsabilidades", ha sentenciado.