Una semana después de las elecciones del 21-D, Miquel Iceta ha admitido que los resultados no son los que esperaban. A pesar de todo, ha defendido que su propuesta de diálogo y "reconciliación" es la única que permitirá salir Catalunya del callejón sin salida. En la apertura del Consejo Nacional del PSC convocado para analizar el resultado de los comicios, ha avisado de que no renunciarán a la tercera vía "por un puñado de votos". Es por eso que ha defendido la incorporación tanto de Units para Avançar como de personas de la izquierda federalista.

"El PSC no está dispuesto a renunciar al catalanismo ni al federalismo por un puñado de votos", ha advertido Miquel Iceta, que también ha querido enviar un mensaje a los diputados independentistas electos que se encuentran encausados, ecncarcelados o exiliados: la nueva legislatura no puede estar marcada por "la agenda judicial de la pasada legislatura", sino que hay que pasar página.

El líder de los socialistas catalanes ha admitido que pueden haber perdido votos por sus pactos municipales con independentistas, o por su "propuesta prematura" de indultos para los presos políticos, pero a pesar de eso no ha retrocedido. Ha felicitado a Ciudadanos por concentrar el voto contrario a la independencia, pero ha recordado a Inés Arrimadas que su victoria no servirá para cambiar el rumbo de la político catalana.

"No hemos podido contrarrestar la polarización, probablemente hemos perdido votos que hemos compensado atrayendo nuevos votantes del catalanismo moderado y los comunes", ha sostenido. Ha lamentado que la mayoría de catalanes no votaron en clave de "reconciliación", sino más bien en clave de "autoafirmación" y "autodefensa", buscando la "derrota del adversario".

Pacto de Estado

Pero no todo se resolverá en Catalunya. En este sentido, el primer secretario socialista ha dirigido una advertencia al Estado: no se solucionará nada si no se ofrece un nuevo acuerdo al más de 47% de votantes independentistas. "Y debe ser una respuesta política, no judicial", ha apuntado. Ha considerado necesario el cambio en el Estado español de la mano de Pedro Sánchez.

Miquel Iceta ha tratado, como durante la campaña, de situarse en medio de los dos bloques. Se ha negado a aceptar "la perspectiva de un eterno empate de impotencias entre los que quieren imponer la ruptura y los que quieren imponer una España uniforme". Es por eso que ha defendido una "propuesta de reconciliación", que según ha dicho permitirá superar "una dinámica de bloques enfrentados". Ha reivindicado su propuesta de pacto de estado para Catalunya.