Sin entrar en profundidad en la cuestión, el ahora ministro de Política Terrotorial, Miquel Iceta, admite diferencias entre la justicia europea y española sobre la interpretación de derechos del president Carles Puigdemont. En concreto, lo define así: "Algunas cosas han chirriado. Cuando la justicia española ha pedido la entrega de Puigdemont, ha habido jurisdicciones europeas que han dicho que no lo veían claro porque nuestra regulación de estos delitos es diferente". En este "rechinamiento" nos quedamos porque no ha especificado nada más en una entrevista en TV3.

Iceta se desmarca de la justicia española

Ahora bien, lo que sí ha reiterado es que estos matices se producen en el campo de la justicia y no el espacio político que él y el presidente español Pedro Sánchez representan. Iceta tira pelotas fuera y empieza a marcar perfil ante los posicionamientos que, tarde o temprano, puedan llegar de fuera: "¿A quién le toca defenderse? A la justicia española. Los indultos no son una revisión de la sentencia, ni dice si el tribunal lo hizo bien o mal". El precedente de la semana pasada con el retorno de la inmunidad, aunque provisional, de Puigdemont pero también de los otros dos eurodiputados, Clara Ponsatí y Toni Comín, puede ser una pista de lo que se acabará encontrando el Estado español. En paralelo, hay que recordar que la máquina de poner en marcha los indultos, después de tres años en la prisión, se produjo justamente posterior a la visita de Sánchez a Bruselas.

Junqueras en la mesa, Puigdemont no

Volviendo al campo de la mesa de diálogo, Iceta ha remarcado el papel fundamental que tiene que tener el líder de Esquerra, Oriol Junqueras. Unas intenciones que chocan con las de días atrás donde desde la Moncloa veían totalmente fuera de "un preso" político. Con la carta de Junqueras, el actual ministro considera que tiene que estar aunque no sitúa el dónde, "en la mesa o la sobremesa". Y nuevamente entra en la comparativa con Junts: "Una persona tan importante como Junqueras estará. En cambio, Puigdemont ya decidió no comparecer ante la justicia española y encabezar una cierta resistencia en el exterior. Eso te permite hacer algunas cosas y otros no".

Además, destaca que si esta mesa existe es por la insistencia de los republicanos pero ni los socialistas se lo habían llegado a plantear. "Fue ERC quien quería una mesa de gobierno en gobierno, quiero recordar que ya teníamos una comisión bilateral, ya tenemos instrumentos de diálogo pero ERC insistió mucho. Junqueras ha tomado una decisión que lo pone en medio del diálogo, ha dado la clave de que empezar a dialogar y es la mejor cosa". Ahora bien, sobre plazos, no se moja: "No sé si la solución llegará en dos años o más, nos tenemos que dar tiempo. Será largo y empezamos ya a tener condiciones para empezar a hablar y los indultos tienen una parte".

¿Los indultos, para cuándo?

La mesa de diálogo también puede agilizarse con los indultos pero tampoco hay ninguna fecha confirmada. El presidente de Unidas-Podemos en el Congreso, Jaume Asens, apretaba el pasado fin de semana para que se produjeran este mismo mes de junio. Iceta da más margen y se marca antes del 1 de agosto: "Antes de marcharse de vacaciones lo tendremos. Porque ya estará todo bendecido, cuando el ministro de Justicia acabe dirá qué propuesta haría y el presidente Sánchez dirá lo traiga al Consejo de Ministros, también puede decir que no lo ve claro". Es decir, un 1 de agosto que servirá para tener el informe sin embargo, en ningún caso, la confirmación del trámite final de estos indultos.

El ministro también recuerda que el gobierno de Pedro Sánchez "indulta porque quiere" y se suma en el recetario de lo que tiene que hacer el independentismo para acercar posiciones: "No se tiene que arrodillar pero sí ser más humildes". No obstante, en este reconocimiento de errores también confirma que se ha producido por las dos bandas.

Fotografía de portada: imagen de recurso de Miquel Iceta