Francesc Homs con Antón Costas, presidente del Círculo de Economía / EFE

El candidato de Democràcia i Llibertat, Francesc Homs, ya era consciente de que su visita este miércoles al Cercle d'Economia no sería precisamente un camino de rosas. No es casualidad que toda su intervención inicial se haya centrado en explicar, a partir de un repaso de los acontecimientos de los últimos diez años, por qué Convergència se ha embarcado en el proceso soberanista. Estaba cantado. Sólo había que esperar al turno de preguntas.

Homs ha tenido que admitir que dejaba su programa –el muestrario– encima de la mesa para coger el “toro por los cuernos” y hablar del tema. De poco le ha servido recurrir a Valentí Almirall y el Memorial de Greuges, ni al Estatut del 2006, ni a reivindicaciones como la de la descentralización de los aeropuertos que en su día contó con el apoyo del Cercle y la práctica totalidad de organizaciones y foros empresariales catalanes, ni el recorte del Estatut por el Tribunal Constitucional, el 2010, ni el papel del Defensor del Pueblo y el abogado del Estado en esta mutilación, ni a la negativa de Mariano Rajoy a aceptar un pacto fiscal en el 2012.

Fuego cruzado con Antón Costas

El primero en abrir el fuego –nunca mejor dicho– en las cuatro intervenciones que ha habido en el coloquio ha sido el presidente del Cercle, Antón Costas. Después de escuchar la larguísima argumentación de Homs sobre las razones del proceso, le ha planteado: “imagino que no va a Madrid a comunicar un listado de frustraciones sino de propuestas”. “La principal: poder disponer de un Estado propio”, ha replicado el candidato. “¿Y la sentencia del TC hará modificar esta estrategia?”, ha repreguntado Costas. “No”, ha sido la conclusión.

Socio del Cercle

El socio Joan Mas Cantí ha reprochado a Homs que no haya hablado ni una vez de Europa. Y el candidato ha aprovechado para explicar que en las conversaciones con la CUP ha puesto cuatro líneas rojas: tiene que ser un acuerdo de estabilidad, no sólo de investidura; con seguridad jurídica; con voluntad de diálogo y pacto, tal y como se recoge en la resolución del Parlament; y con un compromiso inequívoco con los valores europeos.

Costas ha vuelto a tomar la palabra para recordar que la última nota del Cercle reclamaba seguridad jurídica y Homs le ha reprochado que los problemas de seguridad jurídica no los plantea el proceso, sino las leyes españolas que invaden competencias catalanas.

Excandidata de Unió

Marta Plana, que se ha presentado como emprendedora y abogada, pero ha olvidado explicar que fue candidata de Unió en las elecciones al Parlament y es miembro del comité de gobierno de esta formación, le ha reprochado que no haya expuesto propuestas económicas y ha explicado que ha tenido que llevarse su empresa a Madrid porque a sus clientes extranjeros no les gusta ni el proceso, ni el hecho de que no haya todavía presidente de la Generalitat, ni las negociaciones con la CUP. “¿Podré volver?", le ha preguntado. Entre el público se han escuchado algunos aplausos.

“Quiero pensar que si se marcha a Madrid debe tener algunos argumentos más”, le ha respondido Homs y ha insistido que en según qué postulados de la CUP no entrarán nunca. “Con todos los errores que hemos cometido, tenemos claros los límites y los objetivos”, ha remachado.

Exsecretario de Estado

Antoni Zabalza, exsecretario de Estado con el PSOE y miembro de la Junta del Cercle, ha reprochado a Homs que plantee una propuesta que “rechaza las reglas del juego que se nos ha dado” y que, en caso de prosperar, plantea “dificultades enormes” a la continuación del sistema legal y democrático español.

Y el candidato ha vuelto a explicar que no se trata de cuestiones coyunturales del actual funcionamiento del Estado, sino que la reivindicación catalana viene de 150 años atrás y que no es un gobierno u otro sino del propio Estado español...

Jugar sucio, si hace falta

Tampoco ha faltado un señor de Collsacabra que le ha pedido por qué son “tan malos” los políticos y le ha aconsejado que, si hay que jugar sucio, juegue sucio: “Ustedes dicen que son casi teresianas y en cambio los otros son sucios”, y le ha aconsejado que controle a la prensa.

Hace doce días que el Cercle hizo público un documento en el que reclamaba la formación de un gobierno con una mayoría parlamentaria estable y respetuosa con la legalidad o bien convocar nuevas elecciones. De hecho, en plena campaña del 27S, la junta de este prestigioso foro de empresarios y académicos tembló hasta los cimientos a raíz de un debate sobre cómo debía pronunciarse la entidad en relación con los comicios planteados en términos plebiscitarios. El presidente del Cercle presentó en aquel momento un texto muy contundente que tuvo que corregir ante el rechazo de una parte de los miembros de la junta. Esta última vez, sin embargo, el toque de atención prosperó.

Recoger el muestrario

No ha sido, pues, ninguna sorpresa el recibimiento. El candidato de Democràcia i Llibertat ha recogido el muestrario después de que se le acercara el señor de Collsacabra, la empresaria de Unión y de que Zabalza marchase saludando con la mano. Y mientras tanto, el coordinador general de CDC, Josep Rull, que seguía el acto desde la primera fila, le explicaba a una señora que no sufriera porque los convergentes no han perdido el juicio.